Astronáutica
La sonda InSight aterriza en Marte
Marte acaba de recibir a su más reciente residente robótico. El vehículo de descenso de la InSight de la NASA se posó con éxito sobre el Planeta Rojo tras un viaje de casi siete meses y 468 millones de kilómetros desde la Tierra.
La nave penetró en la atmósfera marciana a 19.800 km/h, a las 19:38 UTC del 26 de noviembre, a 128 km del planeta. Siete minutos antes se había separado la etapa de crucero, que se quemó en la atmósfera.
Toda la secuencia de descenso hasta el aterrizaje llevó solo seis minutos y medio, y fue seguida por los pequeños cubesats MarCO, que retransmitieron a la Tierra las señales de telemetría, permitiendo seguir el proceso. A las 12:42 UTC, y tras el frenado aerodinámico, se desplegó el paracaídas, a unos 12 km de altura. A 9 km de la superficie se separó el escudo térmico, que se estrelló un minuto después. A las 19:44 UTC, detectado el suelo a través del radar de a bordo, se separó la estructura superior unida al paracaídas a 1 km de altitud, y se accionaron los motores de descenso, que controlaron la trayectoria hasta permitir el aterrizaje suave, a las 19:44:52.
La InSight se posó cerca del ecuador marciano, en el lado occidental de una extensión llana y cubierta de lava llamada Elysium Planitia.
La InSight tomó esta imagen desde la superficie marciana, el mismo día que tomó tierra en el Planeta Rojo. La cubierta transparente de la cámara, que la protege del polvo, aún está puesta, para evitar que las partículas levantadas durante el aterrizaje se depositen en las lentes. (Foto: NASA JPL / Caltech)
La señal de aterrizaje fue retransmitida con éxito a través de los citados cubesats MarCO (Mars Cube One), que fueron lanzados con el mismo cohete y que siguieron la misma ruta que la sonda principal. Son los primeros cubesats enviados al espacio profundo, que además de llevar a cabo tareas experimentales, estuvieron en la posición apropiada para hacer de repetidores de la señal de la InSight y para enviar su primera imagen desde la superficie.
La nave de aterrizaje estudiará durante una misión de dos años el interior profundo de Marte, para averiguar cómo se formaron todos los cuerpos celestes con superficies rocosas, incluyendo la Tierra y la Luna.
No mucho después de su aterrizaje, la InSight ha enviado a la Tierra señales indicando que se habían abierto sus paneles solares y que estos estaban recogiendo luz. Dichas señales fueron retransmitidas por la sonda orbital Mars Odyssey, de la NASA. El despliegue de los paneles asegura que la nave pueda recargar sus baterías durante el día. La Odyssey también envió un par de imágenes que mostraron la zona de aterrizaje.
Durante los próximos días, los técnicos en tierra comprobarán la salud del vehículo y de su carga útil. Posteriormente se iniciarán las tareas de colocación de los instrumentos en la superficie, para comenzar el trabajo científico.