Arqueología
El Ser Humano comenzó a cultivar soja antes de lo que se creía
Se asumía que el cultivo agrícola de la soja o soya (Glycine max) empezó en la China central, hace entre 3.000 y 5.000 años.
Sin embargo, unos arqueólogos ahora sugieren que hubo culturas que cultivaron esta legumbre en tiempos incluso anteriores y en otros lugares.
Las comparaciones de 949 muestras de restos de soja quemada procedentes de 22 sitios distintos en Japón, Corea del Sur y el norte de China, hallados en antiguas chimeneas de viviendas y en otras partes de asentamientos arcaicos de humanos en esos lugares, con 180 muestras modernas quemadas o sin quemar, indican que la hipótesis más aceptada sobre el origen del cultivo agrícola de la soja es incorrecta.
Los expertos sostienen que un mayor tamaño de los granos de soja refleja la evolución resultante de la selección artificial ejercida en la agricultura, pero se sabe muy poco sobre la transición desde los granos silvestres más pequeños hacia las versiones híbridas más grandes.
Se asumía que el cultivo agrícola de la soja debió comenzar en China central hace entre 3.000 y 5.000 años, pero lo descubierto ahora por el equipo de la arqueóloga Gyoung-Ah Lee, de la Universidad de Oregón, sugiere que culturas más antiguas, y en otros lugares, también cultivaban esta legumbre.![[Img #6104]](upload/img/periodico/img_6104.jpg)
El nuevo estudio hace retroceder el inicio de la agricultura de la soja hasta quizá hace 5.500 años, y demuestra que el cultivo de la soja no comenzó en un sitio concreto para luego difundirse a otras regiones, sino que lo hizo en varios lugares de Asia de manera independiente.
En la tierra natal de Lee, Corea del Sur, el equipo de investigación descubrió evidencias de una selección artificial de granos más grandes de soja en una época no posterior a la del inicio de la agricultura de la soja en China. Estas evidencias cronológicas, comparables a las encontradas en Japón, indican que el cultivo de la soja estaba en aquellos tiempos mucho más extendido de lo creído, y que debió empezar antes de lo que se pensaba hasta ahora.
En la investigación también han trabajado Gary Crawford de la Universidad de Toronto en Mississauga, Canadá, Li Liu del Centro de Arqueología de la Universidad de Stanford en Estados Unidos, Yuka Sasaki de Paleo Labo Co. en Japón, y Xuexiang Chen de la Universidad de Shandong en China.



