Ecología
Retrasos en la protección internacional tras la evaluación científica de especies amenazadas por el comercio
Las especies amenazadas por el comercio de vida silvestre tardan casi 10 años en recibir protección internacional, una vez identificadas por la comunidad científica, de acuerdo con Eyal Frank y David Wilcove en este -Foro sobre políticas.
Además, un tercio de las especies actualmente en peligro de extinción debido al comercio internacional carecen de protección. Según Frank y Wilcove, reducir los retrasos entre la evaluación científica y la disposición de protección internacional para estas especies amenazadas es crucial para evitar una innecesaria extinción de la vida silvestre sometida a explotación.
El comercio internacional de la vida silvestre amenaza a miles de especies en todo el mundo y agrava todavía más la pérdida de biodiversidad provocada por otros tipos de actividad humana, entre los que se incluyen la pérdida de hábitats y el cambio climático. Para abordar esta creciente preocupación, se creó la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), con el objeto de prohibir el comercio de especies amenazadas.
La "lista roja" de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) elabora una lista exhaustiva de especies amenazadas por las actividades humanas, incluido el comercio de vida silvestre, y es ampliamente aceptada como autoridad mundial sobre el riesgo de extinción de especies. Eyal y Wilcove utilizaron esta lista para evaluar la rapidez con la que las especies eran objeto de protección en virtud de la CITES, tras ser identificadas como amenazadas por el comercio internacional.
Según los autores, la protección internacional de la CITES tarda en llegar cuando se identifica que una especie está en riesgo. Eyal y Wilcove ofrecen varias sugerencias sobre cómo abordar esta brecha en la protección. Por ejemplo, los países pueden desarrollar sus propias estrategias para proteger a las especies de la lista roja con independencia de la CITES. Además, los autores sugieren que se debe implementar la colaboración entre las dos organizaciones, con el fin de garantizar que las especies no protegidas identificadas por la UICN reciban una atención inmediata por parte de la CITES. (Fuente:AAAS)



