Salud
Cómo evitar contagiarse de gripe en casa
Entre 1918 y 1920, una epidemia de gripe circuló por todo el mundo, infectando a más de la cuarta parte de la población mundial y matando entre 50 y 100 millones de personas.
Si se produjera una pandemia similar en la actualidad, las vacunas podrían ayudar, pero es posible que su producción no fuese lo bastante rápida como para tener un efecto significativo. Además, los hospitales probablemente se verían desbordados, dejando a muchos pacientes al cuidado de sus familias en sus domicilios.
En esa situación, las estrategias no farmacológicas serían fundamentales para minimizar la propagación de la infección, tal como argumentan Richard Larson y Stan Finkelstein, del MIT, quienes desean concienciar al público sobre cómo evitar el contagio de la gripe entre los miembros de la familia y otros grupos de personas que viven o trabajan muy cerca.
Motivados en gran medida por la creciente preocupación sobre cepas de la gripe potencialmente devastadoras como la H5N1 (gripe aviar), Larson y Finkelstein han estado estudiando la gripe durante los últimos cinco años, centrándose en estrategias no farmacológicas para impedir la propagación de la enfermedad.
A pesar de que sus recomendaciones están enfocadas a la gripe epidémica de alto riesgo, estas estrategias también podrían evitar la propagación de la gripe estacional común, la cual, no lo olvidemos, provoca cada año la muerte de bastantes personas ancianas o con la salud debilitada por otras causas no imputables a su edad. Sólo en Estados Unidos, esa cifra de muertes ronda las 30.000.
Larson, Finkelstein y sus colegas revisaron 40 estudios sobre la efectividad de varias estrategias no farmacológicas, e identificaron algunas que se ha demostrado que reducen la transmisión del virus de la gripe.
El virus de la gripe se propaga cuando una persona infectada tose, estornuda, habla o respira, expeliendo partículas que contienen el virus. Esas partículas pueden llegar directamente hasta otra persona, quedar en superficies que luego son tocadas por otras personas, o flotar en el aire, en donde alguien las puede inhalar.
Para evitar la transmisión, los investigadores recomiendan los siguientes pasos:
-Lavarse bien las manos después de salir de la habitación de un paciente. Esto significa frotarse con agua y jabón o un desinfectante para manos a base de alcohol, durante un periodo de entre 20 y 30 segundos.
-Usar mascarilla. Aunque no se ha determinado si son realmente efectivas contra los virus que flotan en el aire, si una persona sana que usa mascarilla entra en la habitación de un enfermo y toca superficies infectadas, la máscara hace que le sea difícil tocarse la nariz y la boca.
-Instalar filtros de aire. Los filtros de tipo HEPA (High Efficiency Particulate Air) pueden eliminar casi el 98 por ciento de partículas víricas.
-Controlar la temperatura y la humedad. Temperaturas y niveles de humedad más altos pueden matar o incapacitar a los virus.
-Instalar una luz ultravioleta. La luz ultravioleta es antimicrobiana, y hay purificadores de aire portátiles que llevan tanto lámparas ultravioleta como filtros de tipo HEPA.
Hay pruebas de que estas medidas de seguridad pueden reducir la transmisión de la gripe.