Astronáutica
Se propone el cohete Liberty
Varios candidatos se sitúan para acceder a una parte de los 200 millones de dólares en financiación preliminar de la NASA para un futuro lanzador que permita enviar naves tripuladas al espacio. Uno de ellos, un consorcio formado por la empresa estadounidense ATK y la europea Astrium, ha efectuado una sorprendente propuesta: un cohete, llamado Liberty, formado por partes del lanzador Ariane-5 y del cancelado Ares-I.
La NASA, que ha puesto en marcha su programa CCDev-2 (Commercial Crew Development-2), pretende comprar servicios comerciales de transporte de astronautas a la estación espacial internacional, para dejar de depender de la única alternativa actual, las naves Soyuz rusas. Varias empresas aspiran a hacerse con ese lucrativo contrato y han ofrecido propuestas de vehículos interesantes. El cohete Liberty, sin embargo, es curioso por su configuración. Según sus promotores, podría incluso estar listo para un primer vuelo en 2013.
Liberty utilizaría como primera etapa un motor sólido casi idéntico al que debía emplear el cancelado Ares-I de la NASA, es decir, un motor de cinco segmentos heredado de los aceleradores usados por la lanzadera espacial (que tienen cuatro segmentos). Ya se han hecho encendidos estáticos de la nueva configuración, con éxito. Como segunda etapa, y a diferencia del Ares-I, que debía emplear un motor no muy distinto del que se usó en el cohete lunar Saturno, se integraría la actual etapa criogénica inferior del cohete Ariane-5, uno de los más potentes del mundo. Teniendo en cuenta que el acelerador del Space Shuttle se diseñó para un vehículo tripulado, y que el Ariane-5 fue pensado para transportar la lanzadera Hermes, se argumenta que ambos sistemas, juntos, proporcionarían un vehículo seguro para enviar personas al espacio.
Es cierto, sin embargo, que se necesitarían cambios, sobre todo en la etapa superior, ya que su motor Vulcain-2 se enciende actualmente en tierra, y debería ser modificado para poder hacerlo a gran altitud, donde casi no hay aire. También deberían reforzarse las estructuras de sus depósitos. En todo caso, el sistema podría enviar más de 21 toneladas a la órbita, suficiente para impulsar cualquier cápsula tripulada que se esté diseñando, como la Orion, más el sistema de escape de emergencia. Tras un vuelo de prueba a finales de 2013, y otro en 2014, en 2015 el Liberty podría estar enviando astronautas a la estación orbital.
La NASA construyó una torre de lanzamiento para el Ares-I que quedó sin servicio y que ahora podría aprovecharse, y deberían hacerse las modificaciones pertinentes en el centro espacial Kennedy para permitir el montaje del nuevo vehículo.
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