Psicología
La oxitocina, ¿la hormona capaz de mitigar la timidez?
La primera cita con alguien con quien se desea intimar, una entrevista para optar a un empleo, una fiesta en la que hay muy poca gente conocida, pueden ser retos difíciles de superar para las personas más tímidas, o como mínimo generar estrés. Esos ritos sociales, sin duda, hacen que los individuos tímidos o introvertidos sueñen con una poción mágica que los pueda hacer sentir como personas desenvueltas y encantadoras.
Esa poción mágica no existe, pero quizá un sucedáneo aceptable podría ser lanzado al mercado en un futuro no muy lejano bajo la forma de un espray nasal.
La oxitocina es una hormona conocida, entre otras cosas, por fomentar el apego de las madres hacia sus bebés, aumentar la confianza, e incrementar el altruismo, la generosidad y otros comportamientos positivos en la vida social.
Una nueva investigación ha encontrado que la aplicación intranasal de oxitocina puede mejorar la percepción de uno mismo en situaciones sociales, con el efecto de una mayor autoconfianza y seguridad en uno mismo.
El equipo de Mark Ellenbogen y Christopher Cardoso, de la Universidad de la Concordia en Canadá, ha comprobado que la oxitocina puede cambiar el modo en que un individuo se ve a sí mismo, lo cual a su vez podría volverlo más sociable. Bajo los efectos de la oxitocina, una persona se puede percibir a sí misma como más extrovertida, más abierta a nuevas ideas y más confiada.En el estudio participaron unos 100 hombres y mujeres, con edades comprendidas entre 18 y 35 años. Para ser elegibles, los participantes no podían estar tomando medicina alguna, ni sufrir un trastorno mental o haberlo sufrido, ni drogarse o fumar tabaco.
Los participantes inhalaron por vía nasal oxitocina liberada mediante un espray, y respondieron cuestionarios sobre cómo se sentían 90 minutos después. A los participantes se les evaluó en busca de neuroticismo, extraversión, disposición a vivir nuevas experiencias, simpatía y escrupulosidad (lo responsable y cumplidora que es una persona).
Los participantes que se autoadministraron oxitocina intranasalmente dijeron haber experimentado niveles más altos de extraversión y disposición a vivir nuevas experiencias que quienes recibieron un placebo. Específicamente, la administración de oxitocina amplificó rasgos de la personalidad tales como la calidez, la confianza, el altruismo y la disposición a vivir nuevas experiencias.
El estudio se basa en investigaciones previas de la Universidad de la Concordia que mostraron que la oxitocina administrada intranasalmente puede influir en cómo la gente percibe su capacidad para hacer frente a circunstancias difíciles.