Sábado, 18 de Octubre de 2025

Actualizada Viernes, 17 de Octubre de 2025 a las 14:56:54 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Redacción
Miércoles, 11 de Septiembre de 2019
Entrevista

Nanotecnología para combatir el cáncer de piel y la leishmaniasis (entrevista con Jorge Montanari)

Jorge Montanari, cuyos artículos en NCYT de Amazings nuestros lectores ya han tenido el placer de leer, y que es integrante del Área de Biología Estructural y Biotecnología de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) en Argentina, lidera diversas líneas de investigación orientadas al diseño de nanoestructuras para facilitar el ingreso de medicamentos y productos cosméticos al organismo. En esta entrevista, Jorge Montanari narra de qué trata cada una y cuáles son sus potenciales aplicaciones en salud.


-Usted es especialista en nanotecnología cosmética-terapéutica. ¿De qué se trata?


-A partir de mi doctorado me especialicé en el estudio y el diseño de distintos nanosistemas, es decir, estructuras que tienen el tamaño de 100 nanómetros (un nanómetro es 1 millón de veces más pequeño que un milímetro), y que pueden ingresar al cuerpo mediante la vía tópica, a través de la piel. El objetivo, entonces, es poder transportar moléculas específicas que cumplen determinadas funciones al interior del organismo.


-¿Cómo cuáles?


-Por ejemplo, fármacos oncológicos que pueden llegar de una manera distinta al blanco (un tumor) y combatirlo; así como también permiten trasladar antioxidantes que podrían tener un efecto benéfico para la piel. Parte de mi línea de investigación apunta a la “cosmecéutica”, una frontera entre la cosmética y la terapéutica.


-¿Por qué una frontera?


-Porque los diseños combinan el propósito estético de la cosmética –que implica embellecer el aspecto del cuerpo– y, al mismo tiempo, ayudan a reparar las bases estructurales de la piel, que pueden verse dañadas por problemas de sequedad y arrugas.

 

[Img #56923]

Jorge Montanari. (Foto: Universidad Nacional de Quilmes / Argentina Investiga)


-Recién comentaba que son estructuras muy pero muy pequeñas. ¿Cómo ingresan a la piel?


-La parte más externa de la piel, el células muertas convertidas en queratina que se descaman continuamente y que constituyen las tres cuartas partes de la epidermis.">estrato córneo, está constituida por células muertas y llenas de queratina. Forman una capa impermeable que, entre otras cosas, nos permite mantener la humedad dentro del cuerpo, sin dejar escapar la gran proporción de agua que compone nuestro organismo. Sin embargo, existen aberturas muy pequeñas que nosotros podemos abrir más, al menos de manera temporal, para permitir el ingreso de un nanosistema. Lo mismo puede suceder a partir de los folículos pilosos, esto es, a través de cada sitio en el que se halla el bulbo de un pelito que nos sale. Si bien no todas las nanoestructuras están fabricadas para eso, es posible combinar herramientas para poder conseguir nuestras metas.


-Muy interesante. También trabaja con “activos” para cáncer de piel. ¿De qué va en este caso?


-Sí, activos le llamamos a aquellos productos que colocamos en el interior de la nanoestructura. Cuando uno toma un medicamento por vía oral o inyectable se distribuye por todo el cuerpo y causa efectos benéficos, pero también puede ocasionar daños colaterales en otros órganos. A diferencia de esto, lo que queremos lograr es que el fármaco se dirija directamente al sitio donde buscamos que actúe. Es el proceso que se conoce como “liberación controlada de fármacos”. Creemos que puede dar mejores resultados porque, en principio, nos permite emplear una menor cantidad de compuesto –ya que no se reparte por todos lados sino que se acumula en regiones determinadas– y a la vez se preserva a todo el resto del cuerpo de la presencia de ese fármaco. Para el caso del cáncer, las quimioterapias consisten en un “envenenamiento controlado”.


-¿En qué sentido?


-Matar a una célula cancerosa es muy fácil, alcanza con agua destilada o lavandina. El problema, claro está, es que en el proceso también se afecta a las otras células sanas. Bajo esta premisa, trabajamos con otras nanoestructuras que generan toxicidad por sí solas cuando son irradiadas por luces de determinada frecuencia, o bien, con rayos X. Configuran lo que se denomina “Terapia fotodinámica”. Son moléculas inactivas que buscamos que se acumulen en los tumores para luego activarlas y hacer que cumplan con su función: matar todo lo que tienen a su alrededor (un escenario bien delimitado). Son tan reactivas que en menos de 100 nanómetros a la redonda tienen la aptitud para destruir todo lo que había y culminar con su acción.


-Además de los tumores estudian otras partículas que se activan por luz y podrían funcionar para el caso de laLeishmaniasis, una enfermedad parasitaria…


-Sí, el parásito –Leishmania– infecta células de la piel metiéndose adentro hasta reventarlas. Genera lesiones bastante molestas que, de a poco, comen la carne, por eso se la conoce como “lepra blanca”. Junto a becarios del equipo trabajamos en nanopartículas que se activan por luz y generar toxicidad en las células infectadas con Leishmania.


-El mismo método pero con diferentes aplicaciones. ¿Cómo se investiga en nanosistemas?


-Bueno, a veces se asemeja a un asunto de fe, porque uno trabaja con partículas que no puede ver. Como son más pequeñas que la longitud de onda de la luz, tampoco es posible advertirlas al microscopio. Sin embargo, contamos con métodos de detección y aparatología específica que nos permite medir el tamaño de las nanopartículas. Lo bueno es que se trata de infraestructuras que podemos montar en países en vías de desarrollo como el nuestro. Son piezas autoensamblables, simples de producir y amigables con el medioambiente. Algunas de las que te mencioné se hacen con desechos de hojas de té verde. Cierra por todos lados.


-Por último, la UNQ se prepara para cumplir 30 años: ¿qué le gustaría contarme si tuviéramos esta misma conversación en 2049?


-Inevitablemente, pensar en el futuro me lleva al pasado, tengo que pensar en cómo arrancó todo. Hace 30 años estaba terminando el secundario y con mucha ilusión llegaba a esta Universidad. Cursé Biotecnología, luego el doctorado y después ingresé en Conicet por mis trabajos en esta casa de estudios. En la actualidad estoy cumpliendo con todos los objetivos que me propuse cuando apenas tenía 17. Por eso, la apuesta para las próximas décadas será consolidar este compromiso con la investigación pública, estatal y poder generar conocimiento que pueda ser aprovechado por la comunidad en el territorio.


(Fuente: Leticia Spinelli / Universidad Nacional de Quilmes / Argentina Investiga)

Copyright © 1996-2022 Amazings® / NCYT® | (Noticiasdelaciencia.com / Amazings.com). Todos los derechos reservados.

Depósito Legal B-47398-2009, ISSN 2013-6714 - Amazings y NCYT son marcas registradas. Noticiasdelaciencia.com y Amazings.com son las webs oficiales de Amazings.

Todos los textos y gráficos son propiedad de sus autores. La reproducción está permitida solo si se incluye el crédito de la fuente (NCYT Amazings) y un enlace dofollow hacia la noticia original.

Excepto cuando se indique lo contrario, la traducción, la adaptación y la elaboración de texto adicional de este artículo han sido realizadas por el equipo de Amazings® / NCYT®.

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.