Astronomía
Cómo el LISA Pathfinder detectó docenas de “migajas” de cometa
El LISA Pathfinder, una misión liderada por la Agencia Espacial Europea (ESA) que incluyó aportaciones de la NASA, demostró con éxito varias tecnologías que se necesitarán para construir un futuro observatorio espacial de ondas gravitatorias, una herramienta para detectar las ondulaciones en el espacio-tiempo producidas por, entre otras cosas, la fusión de agujeros negros. Un equipo de la NASA, sin embargo, empleó la enorme sensibilidad del satélite para un objetivo distinto y mucho más cercano a casa: detectar polvo microscópico arrojado por cometas y asteroides.
La mayoría de estas partículas, conocidas como micrometeoroides, tienen masas que se miden en microgramos, parecidas a un pequeño grano de arena. Pero a velocidades de 64.000 km/h, incluso algo tan pequeño puede tener efectos detectables en forma de impactos.
El equipo de la NASA, liderado por Ira Thorpe, del centro Goddard, detectó 54 impactos durante la misión, que duró desde 2015 a 2017. El modelado de los choques permitió a los investigadores determinar qué clases de objetos liberaron dicho polvo. Lo hallado es ampliamente consistente con las ideas ya existentes sobre qué genera los micrometeoroides que se encuentran cerca de la Tierra. Los polvorientos culpables son principalmente cometas de corto periodo cuyas órbitas están determinadas por la presencia de Júpiter. Los cometas con periodos más largos, como el cometa de Halley, también contribuyeron al polvo detectado por el LISA Pathfinder.
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Ilustración del LISA Pathfinder. (Foto: Goddard Space Flight Center/NASA)
Las nuevas mediciones podrían ayudar a afinar los modelos que sobre el polvo utilizan los investigadores en una serie de estudios, que van desde la comprensión de la física de la formación planetaria hasta estimar los riesgos de los impactos sobre naves espaciales actuales y futuras.



