Astronáutica
Primera salida extravehicular del año en la ISS
Dos cosmonautas rusos llevaron a cabo el 16 de febrero una salida extravehicular en el exterior de la estación espacial internacional. La excursión duró 6 horas y 15 minutos y cumplió casi todos sus objetivos.
Oleg Kononenko y Anton Shkaplerov, miembros de la expedición de larga duración número 30, iniciaron la EVA (actividad extravehicular) a las 14:31 UTC, con la apertura de la escotilla del módulo ruso Pirs. Equipados con sus trajes Orlan-MK, ambos hombres se dedicaron a desmontar y trasladar la grúa Strela-1, hasta ahora unida al Pirs, hasta el módulo Poisk. Para ello, emplearon una segunda grúa, Strela-2. La razón del cambio es que el módulo Pirs será reemplazado por otro (Nauka) el año que viene, y es necesario trasladar los mecanismos útiles antes de que sea desechado. La presente tarea ya debía haberse realizado hace medio año, pero problemas de tiempo la retrasaron.
Los dos cosmonautas instalaron también, en el exterior del módulo Poisk, un nuevo experimento de ciencia de los materiales llamado Vinoslivost, el cual expondrá a las condiciones espaciales algunas sustancias de interés.Otro trabajo que realizaron fue extraer una muestra de debajo del material aislante del módulo Zvezda. Se intentará localizar signos de presencia de algún organismo vivo en la zona.
La última tarea debía consistir en la instalación de cinco escudos contra el choque de micrometeoritos (SMDP), en el módulo Zvezda, pero no hubo tiempo para colocarlos.
Los cosmonautas regresaron entonces al interior del Pirs, concluyendo la EVA número 162 dedicada al mantenimiento y construcción de la estación espacial. Fue la tercera para Kononenko, y la primera para su compañero.
Durante la salida extravehicular, los restantes astronautas continuaron trabajando en el interior del complejo orbital. Dan Burbank y Anatoly Ivanishin lo hicieron en el módulo Poisk, cerca de su cápsula Soyuz TMA-22, en caso de que se produjera una emergencia. Don Pettit y André Kuipers, por su parte, se quedaron en el segmento estadounidense. Precisamente, estos últimos han estado trabajando últimamente en la activación del mecanismo MARES, de fabricación española, y que sirve para medir los efectos de la falta de gravedad en el sistema musculo-esquelético humano.