Medicina
Nuevo dispositivo para la prevención de infecciones posoperatorias
La Startup biotecnológica creada por José Gago y Carlos de Frías, dos estudiantes de 5º año de medicina de la Universidad de Santiago de Compostela, ha desarrollado BactiDec, un dispositivo capaz de cuantificar bacterias en tiempo real mediante tecnología espectrofotométrica y un algoritmo propio que acaba de recibir el premio a mejor proyecto del año del programa Explorer “Jóvenes con ideas” impulsado por Banco Santander y coordinado por CISE (España).
BactiDec tiene el tamaño de una caja de cerillas y un diseño simple con un único botón que permite encender el aparato y realizar las mediciones, lo que lo hace fácilmente manipulable tanto por cirujanos como por personal de enfermería, sin necesidad de un entrenamiento previo. El dispositivo ya ha sido probado por cirujanos y ha despertado el interés tanto del colectivo médico como de varias empresas de la industria sanitaria.
Cogiendo una muestra de la herida quirúrgica el dispositivo refleja en pantalla el número de bacterias por cm3 de tejido analizado en notación científica, lo que permite hacer una rápida aproximación a los límites de contaminación e infección, o cantidad de bacterias volumétricas (CBV). Además, cuenta con una gráfica que objetiva los aumentos y disminuciones de cantidad de bacterias en mediciones consecutivas, que resulta muy útil a la hora de establecer gradientes de cantidad bacteriana a lo largo del sitio quirúrgico.
Según los datos proporcionados por el último Estudio de Prevalencia de las Infecciones Nosocomiales de España (EPINE-EPPS) la prevalencia de las infecciones posoperatorias se encuentra entorno al 8% en España. Es decir, casi uno de cada diez pacientes se exponen a padecerlas tras una intervención quirúrgica.
(Foto: CISE)
Si a esto se añade que el coste por paciente aumenta unos 90.000€ en caso de padecerse una infección posoperatoria (en el XXI Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria se indicó que las infecciones del sitio quirúrgico son la complicación más frecuente en cirugía e incrementan en más de una semana de media la estancia hospitalaria del paciente afectado) y que en España el 10% de los habitantes se someten a una intervención quirúrgica al año, el impacto económico positivo de este dispositivo para el sistema sanitario español puede resultar muy significativo.
Lo que diferencia a BactiDec de las alternativas existentes es la franja clínica en la que se puede aplicar y su capacidad de brindar información que permita tomar mediciones en tiempo real. Las otras opciones de prevención se utilizan antes y durante el acto quirúrgico, pero hasta la aparición de BactiDec no era posible objetivar si su aplicación había sido correcta. Las alternativas para el diagnóstico de las infecciones del sitio quirúrgico se aplican una vez existen signos o síntomas que nos hagan sospechar de una posible infección e implican siempre pasar por laboratorios de microbiología.
BactiDec se anticipa a la aparición de los síntomas clínicos de una infección y ofrece una solución en el periodo de tiempo comprendido entre las medidas de prevención y los posibles métodos diagnósticos utilizados para tipificar el tipo de bacterias, complementándolos una vez establecida la sospecha. En resumen, lo que ofrece BactiDec es una información clínica relevante en un periodo de tiempo en el que ninguna alternativa puede hacerlo.
Su protocolo de empleo es muy sencillo: primero se realizan medidas de la CBV a lo largo del sitio quirúrgico para objetivar si ha existido contaminación mediante la cuantificación del número de bacterias, posibilitando mejorar la asepsia in situ hasta su negativización. En los días posteriores a la cirugía se puede realizar un seguimiento con mediciones del CBV para comprobar que las medidas higiénicas son correctas y, en caso de que se produzcan cambios en la cuantificación, esta información puede ser tenida en cuenta en la toma de decisiones como medida objetiva de cara a establecer una profilaxis antibiótica.
Los promotores del dispositivo son José Rodríguez Gago y Carlos de Frías, estudiantes de medicina en la Universidad de Santiago de Compostela que, tras las experiencias adquiridas en las diversas rotaciones realizadas durante sus estudios, pudieron comprobar como las infecciones posoperatorias eran un problema real en la práctica clínica diaria.
Gracias a la experiencia de Gago en el campo de la robótica y la impresión 3D, pudieron desarrollar un prototipo de lo que sería una posible solución para este problema. Ambos estudiantes realizaron más de 100 entrevistas a gerentes hospitalarios, médicos, cirujanos, enfermeros y personal auxiliar que les permitieron validar las hipótesis y llegar a un producto final muy adaptado a las necesidades de los profesionales.
Tras meses de investigación, desarrollaron un algoritmo que le permite al cirujano conocer en tiempo real el número de bacterias presentes en la herida quirúrgica simplemente apretando un botón, lo que ahorra tiempo, costes a la sanidad y ayuda a salvar vidas.
La startup trabaja ahora en un segundo dispositivo pensado para ser utilizado en cirugía laparoscópica que consta de la pequeña caja donde se encuentra el aparataje, pero que incorpora un filamento con pico de loro que permite morder pequeñas cantidades de tejido para realizar mediciones. (Fuente: CISE)