Bioquímica
Nueva pista sobre el origen químico de la vida
Se ha conseguido recrear un importante proceso que pudo ocurrir en el mundo prebiótico.
Este logro científico constituye el primer paso hacia una posible demostración definitiva de cómo evolucionaron dos azúcares simples, treosa y eritrosa, piezas clave en la maquinaria prebiótica que condujo al surgimiento de los primeros seres vivos.
Todas las moléculas biológicas tienen la capacidad de existir como formas levógiras ("zurdas") o dextrógiras ("diestras"). Todos los azúcares en biología se componen de moléculas dextrógiras, y todos los aminoácidos que forman los péptidos y las proteínas son levógiros.
El equipo de Paul Clarke de la Universidad de York, en el que también figuran especialistas de la Universidad de Nottingham, ambas en el Reino Unido, encontró que usando aminoácidos levógiros simples para catalizar la formación de azúcares, se produjeron predominantemente las formas dextrógiras. Esto podría explicar cómo se originaron los carbohidratos y por qué las formas dextrógiras son las dominantes en la naturaleza.
Hay numerosas preguntas fundamentales sobre el origen de la vida para las que todavía no hay respuesta, y muchas personas creen que tales preguntas abordan temas propios de la biología. Sin embargo, tal como señala Clarke, para hacer posible el surgimiento de la vida, se necesitó primero algún proceso que permitiera realizar esa transición tan ambigua como fascinante que es la de pasar de una cosa inanimada a otra que tiene vida, algo que definitivamente tuvo que ser un proceso químico.
Los autores de la nueva investigación han conseguido, en definitiva, generar esos dos azúcares, treosa y eritrosa, a partir de un conjunto muy simple de materiales, que la mayoría de los científicos cree que existían en el momento en el que empezó la vida.