Astronáutica
Lanzado el satélite chino SJ-20
China parece haber solucionado los problemas que ocasionaron el fracaso de la segunda misión de su enorme cohete CZ-5. A mediados de 2017, dicho vehículo no pudo colocar en la órbita prevista a su carga, el satélite SJ-18, poniendo en peligro la utilización del vector para importantes misiones futuras. Dos años y medio después, otro CZ-5 partió desde la base de Wenchang con un satélite de comunicaciones a bordo, el SJ-20, que fue situado en la trayectoria esperada.
El despegue se realizó a las 12:45 UTC del 27 de diciembre y culminó con la liberación del SJ-20 (Shi Jian) en una órbita supersincrónica con un apogeo de unos 67.000 km. El satélite maniobrará posteriormente hacia su órbita circular geoestacionaria definitiva. Se trata de un ingenio basado en la plataforma DFH-5 y con unas 8 toneladas de peso, construido por la organización CAST. El satélite es experimental y de alta potencia, y dará servicio de comunicaciones en banda Ka a todo el país y a regiones adyacentes. También transporta un enlace de comunicaciones ópticas por láser y una carga experimental de comunicaciones cuánticas.
El éxito de la misión es muy importante porque el CZ-5 es el cohete chino más potente, al que se ha asignado enviar al espacio una serie de programas cruciales, como los módulos de la futura gran estación espacial tripulada, una sonda hacia Marte y otra de recogida de muestras hacia la Luna. El CZ-5 puede situar 25 toneladas en órbita baja, 14 toneladas en una trayectoria de transferencia geoestacionaria o 8 toneladas hacia la Luna.
El cohete utilizado dispone de dos etapas y cuatro aceleradores laterales. Opcionalmente, puede equipar una tercera etapa YZ-2, que se emplea para las misiones geoestacionarias directas o hacia velocidades de escape.
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(Foto. Xinhua/Weibo)


