Zoología
El atractivo de los perros de agua
Entre las innumerables razas caninas, existen algunas que despiertan un especial interés por sus características y por su idoneidad en el ámbito doméstico. Es el caso de los llamados perros de agua, una raza lanuda que en España también es conocida como perro turco andaluz. Son muy frecuentes como animales de compañía y apreciados por su carácter, lo que hace que muchas personas decidan adquirir o adoptar perros de agua para personas mayores, niños y, en general, para personas de todas las edades.
Una variedad en particular, el perro de agua español, surgió en Andalucía, descendiente probablemente de otros perros traídos a la península durante la llegada de tropas islámicas a partir del año 711. Se adaptó rápidamente a tareas de pastoreo y en actividades de caza. Su popularidad hizo que acabara alcanzando otras partes de Europa.
Hoy en día se halla muy extendido y se le emplea en una gran variedad de trabajos de apoyo a las actividades humanas, incluyendo la policial, además de servir como mascota. Su reconocimiento como raza es tardío, un hecho que se produjo apenas en 1999.
Los perros de agua pueden alcanzar los 22 kg de peso y los 50 cm de altura. Las hembras son un poco más pequeñas. Cariñosos y fieles, tienen un instinto natural para la guarda y la caza, por lo que pueden ser entrenados. Si acompañan al hombre desde pequeños, son muy sociables y pueden interactuar con niños.
Si algo les caracteriza es su pelo largo y lanudo, rizado, pudiendo ser de diversos colores. Sus orejas están caídas, con ojos avispados pero escasamente visibles debido al pelo. Su capacidad olfativa es excelente. Con una inteligencia elevada, suelen ser obedientes, más allá de su estado de ánimo, que los hace muy juguetones y a veces difíciles de controlar. De su nombre se entiende asimismo que nadan muy bien y que disfrutan con el agua.

(Foto: Wikipedia Commons)
Adoptar perros de agua
Con una esperanza de vida que puede alcanzar los 15 años y un cuerpo atlético, los perros de agua españoles son los preferidos para tareas de compañía. Se pueden encontrar fácilmente pero siempre hay que recordar que antes de adquirir uno es conveniente optar por adoptar perros de agua sin propietario. Nos haremos un favor a nosotros mismos y al propio animal en busca de una familia que le acoja.
Una vez en nuestro hogar, no tienen demasiados problemas a la hora de adaptarse a un recinto cerrado, como una casa o un piso, aunque deben salir a pasear periódicamente. Con una alimentación apropiada, y cumpliendo con el calendario de vacunaciones legalmente establecido, el perro de agua vivirá feliz a nuestro lado durante muchos años.



