Astronomía
TESS data una antigua colisión con nuestra galaxia
Una estrella brillante, ubicada en la constelación de Indus (el Indio) —visible desde el hemisferio sur—, ha revelado nuevos detalles de una antigua colisión que sufrió la Vía Láctea con otra galaxia más pequeña, denominada Gaia-Encélado, en su historia más temprana.
El trabajo, liderado por la Universidad de Birmingham y que inlcuye al investigador del Institut d’Estudis Espacials de Catalunya (IEEC) en el Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC) (España) Aldo M. Serenelli, utiliza la caracterización de una única estrella vieja y brillante, llamada v Indi, para estudiar la historia de la Vía Láctea. Las estrellas contienen «registros fosilizados» de sus historias y, por lo tanto, del medio en que se formaron. El equipo de científicos ha utilizado datos de satélites espaciales y de observatorios terrestres para extraer la nueva información de la estrella v Indi.
Se ha determinado la edad de la estrella utilizando sus oscilaciones naturales (astrosismología), detectadas en los datos obtenidos con el Transiting Exoplanet Survey Satellite (TESS) de la NASA. Lanzado en abril de 2018, TESS está observando casi todo el cielo en busca de planetas orbitando otras estrellas y caracterizando también a estas últimas. En combinación con los datos de la misión Gaia, de la Agencia Espacial Europea, los datos de TESS han revelado que ν Indi nació temprano en la historia de la Vía Láctea, hace 11 500 millones de años y, posteriormente, la colisión con Gaia-Encélado alteró su movimiento en nuestra galaxia.
William J. Chaplin, catedrático de astrofísica de la Universidad de Birmingham y autor principal del estudio, comenta: «Dado que el movimiento de v Indi se vio afectado por la colisión Gaia-Encélado, la colisión tiene que haber ocurrido una vez que la estrella ya se haya formado. Así es como hemos sido capaces de usar la edad determinada mediante astrosismología para poner nuevos límites sobre cuándo ocurrió el evento Gaia-Encélado».
Una imagen de parte del cielo del sur obtenida por TESS con la ubicación de ν Indi (círculo azul), el plano de la Vía Láctea (abajo izquierda) y el polo sur eclíptico (arriba). De los sectores de observación TESS 1, 12 y 13. (Crédito: J. T. Mackereth)
La presencia en nuestra galaxia de muchas estrellas pertenecientes a Gaia-Encélado indica que su colisión con la Vía Láctea tuvo y ha tenido un gran impacto en la evolución de nuestra galaxia. Comprender esto es hoy día un tema de gran importancia en astronomía, y este estudio representa un paso importante en determinar con exactitud cuándo esta colisión tuvo lugar.
«Las oscilaciones estelares son muy sensibles a la estructura interna de la estrella, que va cambiando a medida que evoluciona. Esta sensibilidad nos ha permitido, mediante la comparación de las observaciones hechas con TESS y modelos de estructura y evolución estelar desarrollados en nuestro instituto, determinar con gran exactitud la edad de v Indi y, por lo tanto, el momento en la historia de la Vía Láctea en que se formó», explica Aldo M. Serenelli, investigador del IEEC en el ICE (CSIC).
El trabajo demuestra, además, el potencial de la astrosismología hecha con TESS, y las posibilidades que existen cuando es posible combinar observaciones con instrumentos de última generación, incluso en el caso de tratarse de una única estrella brillante. (Fuente: IEEC)