Lunes, 01 de Diciembre de 2025

Actualizada Lunes, 01 de Diciembre de 2025 a las 17:23:08 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Redacción
Lunes, 27 de Enero de 2020
Astronáutica

Alemania y los orígenes de la carrera espacial

El cohete de combustible líquido, el ingenio que un día permitiría enviar astronautas a la Luna, no fue inventado en Alemania. Sin embargo, fue en este país donde efectuó sus pasos más decididos hacia el espacio, abriendo el camino de la famosa carrera espacial.

 

El 16 de marzo de 1926, el estadounidense Robert H. Goddard lanzaba el primer cohete de combustible líquido de la historia, un enorme salto adelante respecto a los tradicionales cohetes de pólvora que inventaron los chinos. Goddard continuaría mejorando su tecnología, pero lo hizo rodeado de un gran secretismo. En esa misma época, una Alemania ignorante de lo que estaba sucediendo al otro lado del Atlántico, se disponía a desarrollar de forma independiente la mayor parte de tales avances técnicos.

 

Uno de los momentos clave de esta revolución sucedió el 5 de julio de 1927, cuando se fundó en Breslau la VfR (Verein für Raumschiffahrt) o Sociedad para el Viaje Espacial. Inspirados por los trabajos de Hermann Oberth, otro padre de la astronáutica, los socios de la VfR encabezados por Max Valier y Johannes Winkler se comprometieron a desarrollar cohetes que los llevaran algún día al espacio. Con el tiempo se unirían a ellos miembros tan destacados como el propio Oberth, Willy Ley, Wernher von Braun, Klaus Riedel o Rudolf Nebel.

 

Valier estaba seguro de que el futuro residía en el cohete de combustible líquido. Por desgracia, sus experimentos con esta tecnología le costaron la vida en mayo de 1930. Por su parte, Oberth, que siempre había sido un teórico, se vio arrastrado al campo de lo práctico cuando recibió el encargo del director Fritz Lang de construir un cohete de combustible líquido para promocionar su película "Frau im Monde" (La mujer en la Luna). El resultado fue decepcionante. Curiosamente, los miembros de la VfR, usando el mismo diseño, sí empezaron a tener un cierto éxito. El 23 de julio de 1930 ensayaron un motor llamado Kegelduese, y comenzaron a construir el primer cohete de la asociación, el Mirak-I. Después del accidente de Valier, y ante la prohibición de lanzar cohetes en Berlín, la VfR alquiló un terreno en las afueras al que llamaron Raketenflugplatz (aeródromo de cohetes).

 

El primer cohete de combustible líquido que volaría en Europa, no obstante, lo lanzaría Johannes Winkler, quien había dejado la VfR para trabajar para la empresa Junkers. Su Hückel-Winkler-1 despegó el 21 de febrero de 1931 y alcanzó los 2 metros de altitud.

 

En la VfR, mientras, se desarrollaron diversos vehículos de la serie Mirak, con poca fortuna. El 10 de mayo de 1931, un nuevo motor refrigerado por agua alcanzó un empuje superior al previsto y rompió los anclajes que lo sujetaban, alcanzando los 18 metros de altitud. Posteriormente, un cohete llamado Repulsor-I alcanzó 61 metros, el 14 de mayo de 1931. En junio, el Repulsor-III llegó a los 640 metros, y en agosto se iniciaron las pruebas con el Repulsor-IV, que alcanzó los 1.600 metros.

 

[Img #58814]

 

A la izquierda, Willy Ley, en el centro, von Braun. (Foto: NASA)

 

Llega el Ejército

 

En busca de una alternativa válida a la artillería, cuyo desarrollo tenía limitado en virtud del Tratado de Versalles de 1919, el Ejército alemán empezó en 1929 a considerar el uso de cohetes. El coronel Karl Emil Becker encargó al capitán Walter Dornberger evaluar la posibilidad de construir uno de combustible sólido capaz de alcanzar entre 5 y 9 km de distancia. Pero durante la primavera de 1932 ambos visitaron el campo de pruebas de la VfR, donde comprobaron la superioridad del combustible líquido. Una posterior demostración en julio de 1932, con el cohete Mirak-II, no fue muy afortunada; a pesar de todo, el Ejército propuso financiar sus trabajos si estos se hacían bajo control militar, a lo cual Nebel y Riedel se negaron. En cambio, von Braun sí aceptó, consciente de que la VfR había alcanzado su techo y que para seguir avanzando se necesitarían muchos más recursos.

 

Von Braun entró a trabajar en Kummersdorf el 1 de noviembre de 1932, como empleado civil, bajo las órdenes de Dornberger. Su principal objetivo a corto plazo fue desarrollar un motor alimentado por alcohol y oxígeno líquido. En enero de 1933, estaba planeando ya los primeros ejemplares de la serie A (Aggregat, Agregado), que actuarían como prototipos del futuro misil. Un nuevo motor de 300 kg de empuje se convirtió en el sistema de propulsión del A-1, un cohete de 1,35 metros de altura. Varios problemas lo dejaron en tierra, pero su mejora, llamada A-2, voló en dos ocasiones (Max y Moritz) en diciembre de 1934. Alcanzaron los 2.400 metros de altitud.

 

El éxito sirvió para desarrollar el A-3, cuyo empuje quintuplicaría el de su antecesor. Las operaciones se trasladaron también a Peenemünde, una nueva base en la costa báltica. Desde allí despegaron tres cohetes A-3, el 4 de diciembre de 1937, aunque con poco éxito.

 

Mientras se resolvían los problemas, el Ejército encargó el A-5, prototipo de los primeros misiles utilizables en un campo de batalla. En octubre de 1938 empezaron a volar en pruebas, alcanzando casi 13 km de altitud. Pero el verdadero misil con el que Alemania esperaba obtener ventaja era el A-4, el futuro V-2, un verdadero monstruo de 14 metros de altura y con capacidad de enviar una tonelada de explosivos a 320 Km de distancia. Sería el padre de todos los misiles modernos y el antecesor de los cohetes que lanzarían satélites al espacio. El primero con éxito partió el 3 de octubre de 1942, logrando 84 km de altitud. En palabras de Dornberger, ese día había nacido el viaje espacial.

 

Pero la guerra acabaría torciéndose para Alemania. Peenemünde fue descubierto por los aliados y bombardeado en agosto de 1943. Aunque el V-2 acabó siendo utilizado para atacar Londres y otros objetivos, llegó tarde para ganar el conflicto. Tras la muerte de Hitler, von Braun y decenas de científicos del programa se entregaron a las fuerzas estadounidenses, que los llevaron a América en el marco de la Operación Paperclip. En lo sucesivo, trabajarían para el U.S. Army y para la NASA, haciendo posible el sueño del viaje tripulado a la Luna. (Fuente: NCYT Amazings/Manel Montes)

 

 

Copyright © 1996-2022 Amazings® / NCYT® | (Noticiasdelaciencia.com / Amazings.com). Todos los derechos reservados.

Depósito Legal B-47398-2009, ISSN 2013-6714 - Amazings y NCYT son marcas registradas. Noticiasdelaciencia.com y Amazings.com son las webs oficiales de Amazings.

Todos los textos y gráficos son propiedad de sus autores. La reproducción está permitida solo si se incluye el crédito de la fuente (NCYT Amazings) y un enlace dofollow hacia la noticia original.

Excepto cuando se indique lo contrario, la traducción, la adaptación y la elaboración de texto adicional de este artículo han sido realizadas por el equipo de Amazings® / NCYT®.

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.