Paleontología
Desentierran restos de otro sujeto en la cueva donde los neandertales usaron flores como parte de un rito fúnebre
Hoy en día, depositar flores en las tumbas de los seres amados es una costumbre de gran arraigo. Puede parecer un rasgo cultural relativamente reciente en la historia humana, pero existen sorprendentes vestigios del uso de flores como parte de un rito fúnebre de neandertales.
La cueva de Shanidar, en el Kurdistán iraquí, fue objeto de excavaciones arqueológicas en la década de 1950, cuando el arqueólogo Ralph Solecki descubrió restos parciales de diez hombres, mujeres y niños neandertales.
Algunos estaban agrupados, con montoncitos de polen antiguo que rodeaban uno de los esqueletos. Solecki afirmó que esto denotaba que los neandertales enterraban a sus difuntos y realizaban ritos funerarios con flores.
El “funeral con flores” causó una honda impresión en el público y provocó el inicio de una reevaluación del nivel de inteligencia y de “humanidad” de los neandertales, a quienes, antes de esos hallazgos en la Cueva de Shanidar, se veía como brutos sin sentimientos ni pensamientos complejos, mejor definibles como animales que como personas.
También provocó una controversia, de décadas de duración, sobre si las evidencias encontradas en este yacimiento arqueológico inusual realmente denotaban rituales fúnebres, y si los neandertales eran realmente capaces de tal sofisticación cultural.
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La entrada a la cueva de Shanidar. (Foto: Graeme Barker)
Nuevas excavaciones en Shanidar
Ralph Solecki murió el año pasado a la edad de 101 años, y a pesar de varios intentos, nunca logró realizar más excavaciones en ese yacimiento arqueológico que fue el más famoso de todos aquellos en los que trabajó.
Ahora, el equipo internacional de Emma Pomeroy, del Departamento de Arqueología en la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, ha vuelto a excavar en la cueva y ha descubierto el cráneo aplastado y huesos del torso de otro neandertal, al que se le ha dado el nombre de "Shanidar Z".
El nuevo hallazgo ofrece una oportunidad muy valiosa para investigar mediante técnicas modernas las aparentes prácticas mortuorias de esta especie humana y poder corroborar la conclusión a la que Solecki llegó en su día.
Los primeros análisis sugieren que Shanidar Z tiene más de 70.000 años de antigüedad. Si bien el sexo aún no se ha determinado, el individuo posee los dientes típicos de un adulto de mediana edad o algo mayor. (Fuente: NCYT Amazings)



