Astronomía
La Tierra se formó mucho más rápido de lo que se creía
El precursor de nuestro planeta, la proto-Tierra, se formó en un lapso de tiempo de aproximadamente cinco millones de años, muestra un nuevo estudio del Centro para la Formación de Estrellas y Planetas (StarPlan) del Instituto Globe de la Universidad de Copenhague.
A escala astronómica, esto es extremadamente rápido, explican los investigadores.
Si se comparan los 4.600 millones de años de existencia estimados del sistema solar con un período de 24 horas, los nuevos resultados indican que la proto-Tierra se formó en lo que corresponde a un minuto y medio aproximadamente.
Así, los resultados de StarPlan rompen con la teoría tradicional de que la proto-Tierra se formó por colisiones aleatorias entre cuerpos planetarios cada vez más grandes a lo largo de varias decenas de millones de años, lo que equivale a unos 5-15 minutos de las 24 horas ficticias de formación antes mencionadas.
Al contrario, los nuevos resultados apoyan una teoría alternativa más reciente sobre la formación de planetas mediante la acumulación de polvo cósmico. El autor principal del estudio, el Profesor Asociado Martin Schiller, lo explica de la siguiente manera:
“La otra idea es que partimos del polvo, esencialmente. Objetos de tamaño milimétrico, los cuales todos se juntan, lloviendo sobre el cuerpo en crecimiento y formando el planeta de una sola vez", dice, añadiendo:
"Lo que implica la rápida formación de la Tierra no solo es interesante para nuestro sistema solar. También es interesante para evaluar la probabilidad de que se formen planetas en algún otro lugar de la galaxia".
La clave del nuevo hallazgo fue las mediciones más precisas de isótopos de hierro que hasta ahora se hayan sido publicado científicamente.
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Puede que no parezcan gran cosa, pero se cree que las condritas CI -pequeños y frágiles meteoritos como los que se muestran aquí- son nuestros mejores equivalentes de composición del material básico de nuestro sistema solar. (Foto: StarPlan, Globe Institute, University of Copenhagen)
Polvo para la formación de la Tierra
Estudiando la mezcla isotópica del elemento metálico en diferentes meteoritos, los investigadores encontraron sólo un tipo de material meteorítico con una composición similar a la de la Tierra: las llamadas condritas CI.
Los investigadores tras el estudio describen el polvo de este frágil tipo de meteorito como nuestro mejor equivalente a la composición básica del propio sistema solar. Fue polvo como este combinado con gas, que fue canalizado a través de un disco de acreción circunestelar hacia el Sol en crecimiento.
Este proceso duró unos cinco millones de años y nuestros planetas se hicieron con material de este disco. Ahora, los investigadores estiman que el núcleo ferroso de la proto-Tierra también se formó durante este período, eliminando el hierro acumulado del manto.
Otros meteoritos, por ejemplo de Marte, nos dicen que al principio la composición isotópica del hierro del material que contribuyó al crecimiento de la Tierra era diferente. Lo más probable es que se deba al procesamiento térmico del polvo cerca del joven Sol, explican los investigadores de StarPlan.
Después de los primeros cientos de miles de años de nuestro sistema solar, se volvió lo suficientemente frío como para que el polvo de CI sin procesar de más allá del sistema entrara en la región de acreción de la proto-Tierra.
Este polvo de CI añadido se sobreimprimió a la composición de hierro en el manto terrestre, lo que solo es posible si la mayor parte del hierro anterior ya había sido removido hacia el núcleo. Es por eso que la formación del núcleo debe haber ocurrido antes,' explica Martin Schiller.
Si la formación de la Tierra fue un proceso aleatorio en el que simplemente chocan cuerpos entre sí, nunca se podría comparar la composición de hierro de la Tierra con un solo tipo de meteorito. Obtendrías una mezcla de todo", añade.
Basándose en la evidencia de la teoría de que los planetas se forman a través de la acreción de polvo cósmico, los investigadores creen que el mismo proceso puede ocurrir en otras partes del universo.
Esto significa que también otros planetas podrían formarse mucho más rápido que si crecieran únicamente por colisiones aleatorias entre objetos en el espacio.
Esta suposición es corroborada por los miles de exoplanetas - planetas en otras galaxias - que los astrónomos han descubierto desde mediados de los noventa, explica el líder del centro y coautor del estudio, el profesor Martin Bizzarro: “Ahora sabemos que la formación de planetas ocurre en todas partes. Que tenemos mecanismos genéricos que funcionan y forman sistemas planetarios. Cuando entendamos estos mecanismos en nuestro propio sistema solar, podremos hacer inferencias similares sobre otros sistemas planetarios en la galaxia. Incluyendo en qué momento y con qué frecuencia se acumula el agua", dice, añadiendo: “Si la teoría de la acreción planetaria temprana es realmente correcta, el agua es probablemente solo un subproducto de la formación de un planeta como la Tierra, haciendo que los ingredientes de la vida, tal y como la conocemos, sean más fáciles de encontrar en otras partes del universo”. (Fuente: NCYT Amazings)



