El desencaminado y costoso estudio de la depresión

Artículo del blog Cierta Ciencia, de la genetista Josefina Cano, que recomendamos por su interés.

Cuando todavía trabajaba en el laboratorio, una de mis tareas era supervisar la extracción y preservación del ADN de muestras de sangre de pacientes que posibilitarían en el futuro el estudio de genes candidatos a ser causantes de enfermedades. Se estudiaba también, y lo traigo a cuento porque ilustra muy bien la idea que vamos a desarrollar, a personas centenarias, con la esperanza de descubrir los genes de la longevidad.

Un día fuimos invitados a una charla dictada por un candidato a un nuevo cargo como investigador. En una mezcla de solvencia y seguridad, no exentas de arrogancia, presentó su idea central y la forma cómo llegaría a conseguir los resultados. “Voy a identificar el nuevo gen de la depresión” declaró con no disimulada alegría. Era médico y venía respaldado por estudios y diplomas de una universidad importante. Sin embargo no era clara su experiencia como investigador.

Se le preguntó cómo resolvería esa carencia y sin darle la importancia que tenía lo resolvió con alusiones vagas a que para eso tenía un equipo de colaboradores. Aunque la pregunta más importante fue sobre el tamaño de la muestra, pacientes y grupo control incluidos. No hubo manera de saberlo.

Este artículo, del blog Cierta Ciencia, se puede leer aquí.