Microbiología
La rápida velocidad de evolución de los virus y el temor a una pandemia de gripe aviar en humanos
La controversia suscitada alrededor de las investigaciones recientes en Estados Unidos y Países Bajos sobre el virus de la gripe aviar, en las que se han identificado las mutaciones necesarias para que adquiera una alta capacidad de infectar a los humanos, no cesa.
Por un lado, hacerlas públicas puede ayudar a agilizar en todo el mundo las investigaciones científicas tendentes a encontrar modos de combatir a esa peligrosa cepa si las mutaciones que conducen a su surgimiento acaban produciéndose. Pero por otro lado, hacer públicas más allá de un grupo selecto de científicos dichas mutaciones puede también facilitar el trabajo a eventuales bioterroristas que estén trabajando hacia el objetivo de convertir la gripe aviar en una mortífera arma biológica para lograr los atentados terroristas con el mayor número posible de víctimas mortales en la historia, sólo superable por el típico y tan temido atentado con una bomba nuclear.
La pregunta clave es: ¿qué probabilidades hay de que alguna cepa de virus de la gripe aviar experimente espontáneamente las cinco mutaciones necesarias para que la enfermedad se vuelva contagiosa entre los humanos?
A fin de tratar de obtener más datos con los que poder responder con mayor certeza a esa pregunta, un equipo de expertos ha examinado de cerca cómo evoluciona un nuevo virus. Los resultados de este estudio aportan datos esclarecedores sobre el nivel de dificultad con que las enfermedades víricas pueden volverse más peligrosas al adquirir sus virus las mutaciones adecuadas.
Estos científicos han mostrado por primera vez cómo el virus llamado "Lambda" evolucionó hasta encontrar una nueva vía de atacar a las células que invade, algo que requirió de cuatro mutaciones para producirse.
Este virus infecta a bacterias, en particular a la bacteria E. coli. El virus Lambda no es peligroso para los humanos, pero esta investigación ha demostrado cómo los virus desarrollan características nuevas, complejas y potencialmente mortales.
El equipo de Justin Meyer y Richard Lenski, de la Universidad Estatal de Michigan, y Joshua Weitz del Instituto Tecnológico de Georgia, Estados Unidos, se sorprendió al ver al virus Lambda evolucionar incorporando la capacidad de atacar y entrar en la célula a través de un nuevo receptor, y sobre todo por lo muy rápido que sucedió. Sin embargo, al reproducir diversas veces el mismo experimento de evolución, los microbiólogos comprobaron que ocurría lo mismo una y otra vez. No se trataba pues de un hecho aislado y anómalo, sino de una tendencia clara.
A pesar de que la gripe aviar se encuentra a sólo cinco mutaciones de volverse contagiosa entre los humanos, Meyer argumenta que es muy poco probable que ese virus pueda adquirir de forma natural y simultánea todas las mutaciones necesarias. Sin embargo, sí admite que podría evolucionar secuencialmente, obteniendo las mutaciones una a una, si las condiciones son favorables en cada paso.