Microbiología
Grietas rellenadas de arcilla en rocas del fondo marino, un hábitat inesperado para bacterias
Los volcanes submarinos arrojan lava a aproximadamente 1.200 grados centígrados, que finalmente se agrieta al enfriarse y convertirse en roca. Las grietas son estrechas, a menudo de menos de 1 milímetro de diámetro. Durante millones de años, esas grietas se rellenan con minerales de arcilla, la misma arcilla que se usa para hacer cerámica. De alguna manera, las bacterias se introducen en esas grietas y allí subsisten y se multiplican.
El hallazgo reciente de tales bacterias en ese singular medio ha dado al equipo de Yohey Suzuki, de la Universidad de Tokio en Japón, pistas sobre cómo se podría descubrir vida en Marte.
Los investigadores estiman que las grietas de las rocas son el hogar de una comunidad de bacterias tan densa como la del intestino humano, cerca de 10.000 millones de células bacterianas por centímetro cúbico. En contraste, la densidad media de las bacterias que viven en el sedimento de lodo del fondo marino se estima en tan solo 100 células por centímetro cúbico.
Suzuki tiene ahora, a raíz de los resultados del nuevo estudio, grandes esperanzas de que se acabe descubriendo vida en Marte. La ausencia de vida en ese planeta implicaría, según Suzuki, que la vida depende de algún otro proceso que Marte no tiene, como la tectónica de placas. La tectónica de placas es el movimiento de masas terrestres, conocido sobre todo por causar terremotos.
Suzuki y sus colegas descubrieron las bacterias en muestras de rocas que él ayudó a recolectar a finales de 2010 durante una expedición del programa internacional de investigación IODP (Integrated Ocean Drilling Program). En esa expedición, la 329, un equipo de investigadores navegó desde la isla tropical de Tahití en medio del Océano Pacífico hasta Auckland, Nueva Zelanda. El barco de investigación se ancló sobre tres lugares a lo largo de la ruta y los científicos emplearon un tubo de metal de 5,7 kilómetros de largo para llegar al fondo del mar. Luego, un taladro perforó hasta 125 metros por debajo del suelo marino y sacó muestras internas (“núcleos”) del material. Los primeros 75 metros bajo el fondo marino eran sedimentos de barro y luego los investigadores recogieron otros 40 metros de roca sólida.
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Una muestra de roca, acondicionada por Yohey Suzuki. (Foto: Caitlin Devor, University of Tokyo, CC BY 4.0)
Dependiendo de la ubicación de las muestras de roca, su antigüedad se estimó en 13,5 millones de años, 33,5 millones y 104 millones. Los lugares de recolección no estaban cerca de ninguna fumarola hidrotermal ni de canales de agua del subsuelo marino, por lo que los investigadores confían en que las bacterias llegaron a las grietas de forma independiente en vez de ser arrastradas por una corriente. Además, se tomaron otras precauciones para evitar la contaminación de las muestras de núcleos de roca.
Suzuki y sus colegas creen que las grietas llenas de minerales de arcilla concentran los nutrientes que las bacterias usan para subsistir. Esto podría explicar por qué la densidad de la población bacteriana en las grietas de las rocas es ocho órdenes de magnitud mayor que la densidad poblacional de las bacterias que viven libremente en el sedimento de barro, donde el agua de mar diluye los nutrientes.
Los minerales de arcilla que llenan las grietas en las rocas oceánicas profundas son probablemente similares a los minerales hoy presentes en las rocas de la superficie de Marte. Explorar el interior de algunas rocas marcianas podría revelar vestigios de vida de origen extraterrestre.
El equipo de investigación de Suzuki está comenzando una colaboración con el Centro Espacial Johnson de la NASA para diseñar un plan encaminado a examinar las muestras de rocas de la superficie marciana extraídas por robots y buscar vida dentro de las grietas llenas de minerales de arcilla.
Este descubrimiento de vida abundante donde nadie la esperaba, en la roca sólida bajo el lecho marino, puede marcar un antes y un después en la búsqueda de vida fuera de la Tierra, en opinión de Suzuki. (Fuente: NCYT Amazings)



