La telefonía por satélite es menos segura de lo creído

En algunas regiones del mundo, la telefonía celular estándar, mediante teléfonos móviles comunes, no está disponible, por falta de las infraestructuras necesarias. En zonas de guerra, países en vías de desarrollo, y en alta mar, sólo suele ser viable utilizar teléfonos satelitales, los cuales se conectan mediante radio directamente a un satélite. Éste pasa la llamada entrante a una estación en tierra. A partir de ahí, la comunicación usa también la red telefónica pública.

Hasta ahora, gracias a este método, con los algoritmos de encriptación A5-GMR-1 y A5-GMR-2 del Instituto Europeo de Estándares de Telecomunicaciones (ETSI), la telefonía por satélite parecía ser segura contra intrusos. Sin embargo, un equipo de investigadores ha conseguido crackear los algoritmos de cifrado del ETSI, revelando de este modo que el sistema tiene claros puntos débiles.

En menos de una hora y con un equipamiento sencillo, estos investigadores del Instituto Horst Goertz de Seguridad en las Tecnologías de Información (HGI) de la Universidad del Ruhr en Bochum, Alemania, encontraron la clave de cifrado que se necesita para interceptar conversaciones telefónicas. Utilizando software de código abierto y basándose en los resultados de sus investigaciones anteriores, fueron capaces de explotar las deficiencias de seguridad.


Para comprobar los resultados, el equipo de Benedikt Driessen interceptó y grabó sus propias conversaciones telefónicas vía satélite. Carsten Willems, del equipo de investigación, confiesa que les sorprendió la falta de medidas de protección adicionales que habrían complicado drásticamente su trabajo para "pinchar" las conversaciones telefónicas.

Los algoritmos de encriptación se usan para proteger la privacidad del usuario, por lo que deberían ser lo bastante robustos como para soportar al menos los ataques de hackers hechos con recursos corrientes o moderados. "Nuestros resultados muestran que el uso de teléfonos satelitales alberga peligros, y que los algoritmos de encriptación actuales no están a la altura requerida", subraya Ralf Hund, otro de los expertos de la citada universidad.