Tratamiento no invasivo para hombres con próstata agrandada

La mayoría de los hombres mayores de 50 años experimentan un aumento de tamaño de la próstata, lo que se conoce como hiperplasia benigna de próstata. La glándula prostática del tamaño de una nuez produce el líquido prostático, que es un componente principal del semen. Puede crecer hasta el tamaño de un limón cuando el hombre tiene 60 años y debido a su mayor tamaño puede presionar la vejiga y la uretra. La hiperplasia benigna de próstata incluye síntomas crónicos del tracto urinario inferior, como la micción frecuente y urgente, la sensación de vaciado incompleto de la vejiga y la disminución de la fuerza del chorro de orina. Una queja común es tener que levantarse por la noche para orinar. Aproximadamente el 60 por ciento de los hombres mayores de 60 años, y el 80 por ciento de los mayores de 80 años, experimentan los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata.

Los factores de riesgo de la hiperplasia benigna de próstata incluyen la edad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión y el síndrome metabólico.

Las opciones de tratamiento tradicionales para la hiperplasia benigna de próstata pueden generar efectos secundarios como la incapacidad de eyacular, la eyaculación retrógrada (el semen fluye hacia atrás en la vejiga), la disfunción eréctil e incluso la pérdida de control de la vejiga.

Tejido de próstata. (Foto: Edwin P. Ewing, Jr. / CDC)

El equipo integrado, entre otros, por Andrea M. Isidori y Marta Tenuta, de la Universidad La Sapienza de Roma en Italia, ha obtenido resultados prometedores en un ensayo utilizando la técnica de campo electromagnético pulsado (que no es invasiva) para tratar a hombres que sufrían hiperplasia benigna de próstata. Después de un mes de tratamiento, el volumen de la próstata en esos hombres y los síntomas que experimentaban disminuyeron significativamente.

De entre los hombres tratados en el ensayo, aquellos que en su tracto urinario inferior padecían síntomas con una intensidad de moderada a severa y que no tenían síndrome metabólico, fueron quienes se beneficiaron más del tratamiento. (Fuente: NCYT Amazings)