Medicina
Posible capacidad del fármaco tocilizumab para tratar la neumonía de la COVID-19
El tocilizumab, comercializado como Actemra, es un fármaco inmunosupresor que se utiliza principalmente para tratar la artritis reumatoide y la artritis idiopática juvenil sistémica, una forma grave de la enfermedad en los niños. El tratamiento basado en anticuerpos monoclonales funciona bloqueando los receptores celulares de la interleucina-6, una pequeña proteína o citoquina que desempeña un papel importante en el desencadenamiento de la inflamación como respuesta inmunitaria temprana a la enfermedad.
Sin embargo, en algunos pacientes con la enfermedad pandémica COVID-19, provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, la respuesta inmunitaria se desborda, sobreexpresando la interleucina-6 y generando una "tormenta de citoquinas", que puede provocar daños potencialmente mortales en los pulmones y otros órganos. Las tormentas de citoquinas se han vinculado a varias enfermedades inflamatorias, desde las afecciones respiratorias causadas por coronavirus como el SARS y el MERS hasta algunas formas de gripe y también enfermedades no infecciosas como la esclerosis múltiple y la pancreatitis.
Investigaciones anteriores han sugerido que los niveles elevados de interleucina-6 están asociados con una mayor mortalidad en las personas con neumonía adquirida en la comunidad. En los primeros días del brote inicial de coronavirus en Wuhan el año pasado, unos médicos chinos utilizaron tocilizumab para tratar a una pequeña cantidad de pacientes de COVID-19 con graves daños pulmonares, y obtuvieron resultados prometedores. La Comisión Nacional de Salud de China incluye ahora el tocilizumab en sus directrices para el tratamiento de la neumonía desencadenada por la COVID-19 y otros problemas pulmonares causados por ella.
"Cada vez hay más pruebas de que la COVID-19 puede tener un impacto drástico en los pacientes de muchas maneras diferentes, sobre todo al dañar gravemente los pulmones inflamados", comenta el Dr. Atul Malhotra, jefe de investigación de medicina pulmonar, de cuidados intensivos y del sueño en el sistema académico de salud de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos.
El tocilizumab, comercializado como Actemra, está aprobado para el tratamiento de la artritis reumatoide. Se está evaluando como un posible tratamiento para la neumonía relacionada con la COVID-19. (Foto: Roche)
En palabras del Dr. Malhotra, el mecanismo de acción del tocilizumab sugiere una forma de amortiguar y detener esa respuesta inflamatoria, lo que podría reducir la necesidad de intervenciones médicas más extremas, como la ventilación mecánica.
El servicio de salud mencionado ha lanzado un ensayo clínico de fase 3, que forma parte de un esfuerzo mundial para evaluar si el citado medicamento podría tener valor terapéutico para los pacientes con COVID-19 que han desarrollado o corren un alto riesgo de desarrollar un grave daño pulmonar debido a la infección por SARS-CoV-2.
El ensayo contará con un total de aproximadamente 330 participantes en casi 70 lugares de todas partes del mundo. Para su segmento del ensayo, la Universidad de California en San Diego reclutará hasta 20 participantes.
Los participantes deben ser mayores de 18 años y estar hospitalizados con diagnóstico de neumonía por COVID-19 y evidencia de deterioro del intercambio de gases. Los participantes recibirán una infusión intravenosa de tocilizumab o de un placebo, con una posible segunda infusión si los síntomas clínicos empeoran o muestran una mejoría. La financiación y los recursos para el ensayo son proporcionados por la empresa farmacéutica Genentech (miembro del Grupo Roche desde hace algunos años), que fabrica Actemra.
La fecha estimada de finalización del estudio es el 30 de septiembre de 2020. (Fuente: NCYT Amazings)