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Los cigarrillos electrónicos son un 95% más sanos que los convencionales
Así lo indica una investigación de la Salud Pública de Inglaterra. La principal diferencia radica en que los componentes del humo del cigarrillo que dañan la salud, incluidos los carcinógenos, están prácticamente ausentes en el vapor del cigarrillo electrónico. Aquí presentamos un análisis de sus principales ventajas en relación al tabaco.
En los últimos años, la utilización del cigarrillo electrónico se ha extendido enormemente sin distinciones de edad o geográficas. En España, donde el tabaco mata cada año a casi 60.000 personas, la alternativa del “vapeo” tiene cada vez más adeptos.
Y es que los cigarrillos electrónicos funcionan con líquidos vaper que, como su nombre sugieren, producen un vapor emulando al humo del tabaco. Básicamente, se “fuma” sin producir combustión, ni consumir tabaco y se reduce el riesgo de contraer enfermedades.
Más inocuos, menos nocivos
¿Pero cuánto más sanos son los vapeadores en comparación con los cigarrillos de tabaco? Según una investigación de la Salud Pública de Inglaterra (Public Health England), un 95%.
En dicho informe, los investigadores concluyen que los componentes del humo del cigarrillo que dañan la salud, incluidos los carcinógenos, están ausentes en el vapor del cigarrillo electrónico o, si están presentes, lo hacen en niveles muy por debajo del 5% de las dosis de fumar cigarrillos convencionales.
Además, la investigación ha descubierto que “los principales productos químicos presentes en los cigarrillos electrónicos no se han asociado con ningún riesgo grave”.
El origen de estos estudios fue la preocupación sobre los problemas que podían ocasionar los cigarrillos electrónicos. Sus conclusiones arrojaron luz sobre las revisiones anteriores y brindaron tranquilidad a los consumidores.
“Según la evidencia actual, no hay duda de que los fumadores que cambian al vapeo reducen dramáticamente los riesgos para su salud”, sintetiza el equipo encabezado por los profesores Ann McNeill (Institute of Psychiatry, Psychology & Neuroscience, National Addiction Centre, King’s College London) y Peter Hajek (Wolfson Institute of Preventive Medicine, Barts and The London School of Medicine and Dentistry Queen Mary, University of London).
En muchos países, como es el caso de Reino Unido, las alternativas sin humo forman parte de sus estrategias de lucha contra el tabaquismo.
Otras ventajas de vapear
Pero minimizar los riesgos para la salud no es el único motivo por el que se ha instalado la tendencia de vapear en nuestra sociedad.
En primer lugar, hay que mencionar las ventajas económicas. El primer desembolso es el más costoso, aunque cada vez más asequible. Pero luego, las recargas del dispositivo cuestan entre 2 y 6 euros, y dura por semanas, dependiendo la frecuencia de consumo.
Tanto los dispositivos como las recargas, pueden conseguirse en forma online a precios muy accesibles y recibirse en la puerta del domicilio, lo cual también es un factor de comodidad a tener en cuenta.
Pero además, para quienes gustan de fumar socialmente, vapear no tiene consecuencias para las otras personas, ya que no existen “vapeadores pasivos” y el humo no se impregna en la ropa, como sí ocurre con el cigarrillo.
Finalmente, los líquidos de vapeo no dañan las encías ni oscurecen los dientes, tal y como ocurre al inhalar tabaco.
Una buena forma de dejar de fumar
Muchos ex fumadores de cigarrillos de tabaco han encontrado en los electrónicos el sustituto perfecto: más sano, más económico, menos molesto para las personas alrededor.
Reemplazar el hábito nocivo del consumo de tabaco con la falsa sensación de fumar que produce el vapeo, es sin duda alguna la mejor alternativa para abandonar un vicio demoledor para muchas personas que ya lo han probado todo sin obtener resultados.
Algunas recomendaciones para principiantes
Quienes ya tienen decidido pasarse a una opción más sana, pero aún no tienen claro cómo hacerlo, pueden encontrar útiles estos consejos:
- Es recomendable adquirir un “kit de inicio” que traiga todo lo necesario para comenzar a vapear y resulta económicamente muy conveniente.
- La duración y el tamaño de la batería son decisivos. Los modelos más pequeños (vaper PODs) admiten la mayor cantidad de nicotina. Los vaper tipo MOD o petaca, tienen mayor autonomía y mayor producción de vapor. De tamaño intermedio, el tercer tipo de vaper, es el modelo tipo “lápiz”: cilíndricos y con buena producción de vapor.
- La cantidad de nicotina no depende del modelo del dispositivo, ya que la nicotina es una característica del líquido que se utilice. Si se desea consumir cigarrillos electrónicos sin nicotina se debe utilizar el kit de inicio y un líquido del sabor deseado, pero sin nicotina.
- Con respecto a los precios y marcas de cigarrillos electrónicos, hablamos de un rango muy amplio que arranca en 20 euros. Si se desea un modelo básico, puede optarse por alguno de Hangsen o Drops. En cambio, si se requiere algo más complejo, habrá que mirar los Halo, Flavour art y Bombo, por mencionar algunos de los muchos fabricantes.
En definitiva, se trata de encontrar un equilibrio entre placer y salud. Tal vez ha llegado la hora de tomar la inteligente decisión de apostar por la opción más saludable.



