Botánica
Los genes que les dicen a las plantas cuándo florecer
Las plantas tienen un reloj interno que prepara los mecanismos celulares internos en anticipación a los cambios ambientales que se avecinan. Esto asegura que las plantas realicen tareas específicas en el momento más adecuado del día. Por ejemplo, durante el día llevan a cabo la fotosíntesis, extrayendo energía de la luz solar. Sin embargo, procesos completamente diferentes ocurren por la noche cuando la luz solar está ausente. De noche, muchas plantas crecen significativamente más que durante el día. Así que, para poder diferenciar entre el día y la noche, las plantas tienen receptores especiales en sus células que pueden percibir la luz solar e iniciar y detener diferentes procesos según sea necesario.
Al igual que los humanos, las plantas reaccionan a algunas cosas más que a las influencias externas directas; el reloj circadiano regula el metabolismo y otros procesos en las células de las plantas para que tengan lugar en el momento adecuado a lo largo del día y del año. Esto significa que las plantas son capaces de anticipar ciertas regularidades en su entorno, como la alternancia del día y la noche, y ajustarse en consecuencia. Esto también incluye la capacidad de las plantas para comenzar a florecer en el momento adecuado.
El equipo de Usman Anwer, del Instituto de Ciencias Agrícolas y Nutricionales de la Universidad Martín Lutero de Halle-Wittenberg en Alemania, se propuso averiguar qué genes controlan el reloj interno de una planta, influyendo así en el proceso de floración. Los autores del estudio lo hicieron investigando dos genes de los cuales ya se sabía que desempeñan un papel crucial en el reloj circadiano: ELF3 y GI. "Estos dos genes siempre han sido estudiados por separado. Nuestro objetivo era averiguar cómo funcionan los dos genes juntos y cómo influyen conjuntamente en el reloj circadiano, por ejemplo regulando cuándo una planta florece", explica Anwer.
Flores. (Foto: NPS / Keir Morse)
El equipo investigó el funcionamiento de los dos genes en la Arabidopsis thaliana, una planta modelo muy usada en estudios científicos. Los científicos criaron plantas que tenían varios defectos genéticos. En un grupo de plantas, el gen ELF3 era defectuoso. En otro grupo, el gen defectuoso era el GI. En el tercer grupo, ambos genes estaban desactivados.
Los investigadores observaron entonces cómo las plantas reaccionaban a diferentes períodos de luz. Descubrieron que cuando uno de los dos genes era defectuoso, el reloj circadiano de las plantas seguía funcionando de forma rudimentaria. Cuando ambos genes estaban desactivados, la planta ya no reaccionaba en absoluto. (Fuente: NCYT Amazings)