Climatología
Resuelven el enigma climático que acompañó al asesinato de Julio César
Un período oscuro en más de un sentido cayó sobre los pueblos mediterráneos en la época del asesinato de Julio César. El magnicidio se perpetró en el año 44 antes de Cristo. Las crónicas escritas describen a la región como severamente afectada por un enfriamiento inusual, cosechas fallidas, hambruna y enfermedades. El filósofo grecorromano Plutarco describió así el fenómeno: "El brillo del sol se oscureció, el disco estuvo pálido durante un año y el sol no salió con su habitual brillo y fuerza. Solo daba un ligero calor. Por esta razón, las cosechas producidas eran tan pobres e inmaduras que se pudrían en el aire frío." Ese anómalo conjunto de condiciones climáticas en lugares como la antigua Roma y el antiguo Egipto ha estado durante mucho tiempo envuelto en el misterio. Ahora, unos científicos parecen haber descubierto por fin la causa del enigma climático.
El equipo internacional de Jørgen Peder Steffensen, del Instituto Niels Bohr, adscrito a la Universidad de Copenhague en Dinamarca ha encontrado pruebas que sugieren que la megaerupción de un volcán de Alaska pudo ser la causa del enigma climático que culminó en desastre. Aunque se sospechaba desde hace tiempo que la culpa era de una erupción volcánica, no había sido posible señalar exactamente dónde y cuándo pudo ocurrir dicha erupción.
Los autores del estudio analizaron la ceniza volcánica en muestras de núcleos de hielo de Groenlandia, lo que, junto con las crónicas históricas, explica el notable enfriamiento en la región del Mediterráneo durante este punto crucial de la historia de la civilización occidental.
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El volcán Okmok, en las islas Aleutianas de Alaska, sigue en activo. A principios de julio de 2008 liberó un vistoso penacho de cenizas y vapor. En tiempos del asesinato de Julio César, parece que fue la causa de un enigma climático que solo se ha esclarecido de manera definitiva ahora. (Foto: NASA / MODIS Rapid Response team)
La ceniza procede del remoto volcán Okmok en la cadena de islas Aleutianas de Alaska. Según los resultados de los análisis hechos a las muestras de núcleos de hielo, el volcán experimentó una megaerupción de dos años que comenzó a principios del año 43 a.C. La megaerupción llenó la atmósfera de la Tierra con suficiente humo y cenizas para afectar significativamente al clima.
Esa tremenda erupción se considera una de las mayores erupciones volcánicas de los últimos 2.500 años. "Utilizando las muestras de los núcleos de hielo, los modelos climáticos y los registros históricos, estamos bastante seguros de que la erupción está vinculada a los violentos cambios climáticos observados en torno al Mediterráneo y en Roma", explica Jørgen Peder Steffensen. El enigma climático parece pues resuelto. (Fuente: NCYT de Amazings)



