Desentrañan el mecanismo de propagación de la filoxera

El insecto Daktulosphaira vitifoliae, popularmente conocido como filoxera, es una de las más graves amenazas que acechan a las vides. Cuando una plaga de filoxera se ceba sobre un viñedo, lo diezma.

Después de una década de labor, unos científicos han conseguido confeccionar el mapa del genoma del Daktulosphaira vitifoliae. Al hacerlo, han descubierto cómo se propaga este insecto y potencialmente cómo detenerlo.

El equipo integrado, entre otros, por Claude Rispe, del Instituto Nacional Francés para la Agricultura, la Alimentación y el Medio Ambiente, y Paul Nabity, de la Universidad de California en Riverside (Estados Unidos), ha identificado casi 3.000 genes que permiten a la filoxera colonizar las vides y alimentarse de ellas, creando lo que son esencialmente tumores mejorados nutricionalmente. Los insectos viven y se alimentan de las estructuras que crean en la planta.

"En efecto, la filoxera crea en la planta su propio refrigerador del que puede alimentarse cuando quiera", resume simplificadamente Nabity. Además de alimentar a los insectos, estas estructuras también los protegen del ataque de otros parásitos.

Una fuerte infestación de filoxera puede causar que las vides pierdan sus hojas. Si la infestación llega a las raíces, las plantas pueden morir.

Las estructuras similares a tumores entorpecen la capacidad de la vid para desplazar los nutrientes y alimentarse. También provocan heridas en las raíces que hacen que las vides sean más susceptibles a los hongos y otros patógenos, lo que finalmente puede significar la muerte para las vides.

La filoxera es capaz de dañar las hojas de las vides. (Foto: Paul Nabity / UCR)

Los autores del nuevo estudio han identificado cómo la filoxera secreta moléculas que pueden alterar el sistema inmunitario de las vides. "Estas moléculas alteran los sistemas de defensa de la planta y hacen que no sepa que está siendo atacada", explica Nabity.

Las vides nativas norteamericanas coevolucionaron con la filoxera y ahora son resistentes a ella. Esta resistencia no existe en las variedades europeas. Eso obliga muchas veces a injertar raíces norteamericanas en las vides europeas para darles tolerancia a este insecto.

Ahora que se han identificado los genes implicados en el ataque a las vides no nativas norteamericanas, es factible diseñar vides resistentes a la filoxera. (Fuente: NCYT de Amazings)