Salud
El doble efecto que el ejercicio físico tiene sobre la grasa corporal
Los resultados de una revisión reciente de datos de diversos estudios subrayan la importancia del ejercicio físico para reducir la grasa corporal, y muestran el alcance de la acción de un efecto al que se le presta muy poca atención por culpa del protagonismo que tiene la pérdida directa de grasa.
Un equipo de expertos de las Universidades de Bath y Oxford en el Reino Unido, y Toulouse en Francia, ha analizado cómo el tejido adiposo responde al ejercicio físico.
Combinando los resultados obtenidos en su propia investigación con los obtenidos en estudios llevados a cabo por otros especialistas, el equipo de las tres citadas universidades ha sido capaz de llegar a nuevas conclusiones.
A diferencia de lo que numerosas personas creen, el tejido adiposo es mucho más que sólo grasa. De hecho, hasta un 40 por ciento de ese tejido se compone de células no grasas.
Muchas personas aumentan su actividad física para perder peso. El ejercicio sin duda ayudará a perder el tejido adiposo debido a que las células de grasa (adipocitos) dentro del tejido menguan, a medida que la grasa almacenada en su interior es utilizada como combustible.
Sin embargo, la revisión de datos a cargo del equipo del Dr. Dylan Thompson de la Universidad de Bath, ha puesto de manifiesto que el tejido adiposo no se limita a encogerse al aumentar la actividad física; en realidad reacciona de otras maneras beneficiosas para el cuerpo.
Por ejemplo, provoca un aumento del flujo sanguíneo en el tejido y libera activamente mensajeros químicos como la interleucina-6 durante varias horas después de terminar una sesión de ejercicio físico intenso. Estos mensajeros químicos son beneficiosos para la salud del tejido adiposo en sí mismo, pero también afectan a otros tejidos, al enviar a los músculos señales que les incitan a usar más grasa como combustible.
Esta revisión de resultados de estudios también muestra que el tejido adiposo hace un mejor trabajo a medida que la actividad física aumenta. Se vuelve más sensible a otras señales, como por ejemplo las de las hormonas, lo cual es una característica importante de una buena salud metabólica. Se podría decir, por tanto, que el ejercicio físico elimina una parte de la grasa, y hace que la parte restante sea más saludable.