Paleontología
El poder de Deinosuchus y sus "dientes del tamaño de un plátano
Un nuevo estudio, revisando especímenes fósiles del enorme cocodrilo Deinosuchus, ha confirmado que dicha bestia tenía dientes del tamaño de un plátano, capaces de derribar incluso al mayor de los dinosaurios.
Y, ¡no estaba solo!
La investigación, publicada en la revista Journal of Vertebrate Paleontology, también revela varios tipos del citado "cocodrilo del terror". Dos especies, denominadas Deinosuchus hatcheri y Deinosuchus riograndensis vivían en el oeste de América, desde Montana hasta el norte de México. Otra, Deinosuchus schwimmeri, vivía a lo largo de la llanura costera del Atlántico desde Nueva Jersey hasta el Misisipí. En esa época, América del Norte estaba cortada por la mitad por un mar poco profundo que se extendía desde el Océano Ártico hacia el sur hasta el actual Golfo de México.
Sin embargo, se sabe que el Deinosuchus, con una longitud de hasta 10 metros, es uno de los géneros de cocodrilos más grandes, si no el más grande, que jamás haya existido. Fue el mayor depredador de su ecosistema, superando incluso a los mayores dinosaurios depredadores que vivieron a su lado hace entre 75 y 82 millones de años.
A partir de estudios anteriores de restos craneales y marcas de mordeduras en huesos fósiles de dinosaurios, los paleontólogos han especulado durante mucho tiempo que estas enormes bestias se alimentaban de dinosaurios.
Ahora, este nuevo estudio, dirigido por el Dr. Adam Cossette, arroja nueva luz sobre la monstruosa criatura y ha confirmado además que ciertamente tenía el tamaño de cabeza y la fuerza de aplastamiento mandibular para hacer precisamente eso.
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Ilustración del Deinosuchus. (Foto: Tyler Stone)
"Deinosuchus era un gigante que debió haber aterrorizado a los dinosaurios que venían a la orilla del agua a beber", dice el Dr. Cossette, del Instituto Tecnológico de Nueva York, Facultad de Medicina Osteopática de la Universidad Estatal de Arkansas. "Hasta ahora, el animal completo era desconocido. Estos nuevos especímenes que hemos examinado revelan un extraño y monstruoso depredador con dientes del tamaño de plátanos".
La coautora Stephanie Drumheller-Horton, paleontóloga de la Universidad de Tennessee, añadió: "El Deinosuchus parece haber sido un depredador oportunista, y dado que era tan enorme, casi todo en su hábitat estaba en el menú. En realidad tenemos múltiples ejemplos de marcas de mordeduras hechas por D. riograndensis y una especie recién descrita en este estudio, D. schwimmeri, en caparazones de tortugas y huesos de dinosaurios".
A pesar del nombre del género, que significa "cocodrilo del terror", en realidad estaban más relacionados con los caimanes. Por su enorme cráneo, no se parecía ni a un caimán ni a un cocodrilo. Su hocico era largo y ancho, pero inflado en la parte delantera alrededor de la nariz de una manera no vista en ningún otro cocodrilo, vivo o extinto. Se desconoce la razón del aumento de tamaño de su nariz.
"Era un animal extraño", dice Brochu. "Demuestra que los cocodrilos no son 'fósiles vivientes' que no han cambiado desde la época de los dinosaurios. Han evolucionado tan dinámicamente como cualquier otro grupo".
El Deinosuchus desapareció antes de la principal extinción masiva al final de la era de los dinosaurios (Mesozoico). La razón de su extinción sigue siendo desconocida. Desde aquí, los autores piden más estudios para entender mejor al Deinosuchus.
"Tenía dos grandes agujeros en la punta del hocico, delante de la nariz", dice el Dr. Cossette. "Estos agujeros son únicos en el Deinosuchus y no sabemos para qué eran, una mayor investigación nos ayudará a desentrañar este misterio y podremos aprender más sobre esta increíble criatura". (Fuente: NCYT Amazings)



