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Redacción
Miércoles, 12 de Agosto de 2020
Física nuclear

La amenaza de los depósitos de agua radiactiva en la central nuclear de Fukushima Daiichi

Casi 10 años después de que un tsunami devastara la central nuclear de Fukushima Daiichi en Japón y provocara una liberación de radiactividad sin precedentes en el océano, los niveles de radiación han caído a niveles seguros en todas las zonas marítimas excepto en las más cercanas a la central cerrada. Actualmente, en esas zonas seguras vuelve a ser posible la pesca ya que sus niveles de radiación se encuentran dentro de los límites de contaminación radiactiva impuestos en Japón. Sin embargo, existe un peligro que no solo persiste sino que además crece en magnitud: la cantidad de tanques de almacenamiento instalados en terrenos alrededor de la central eléctrica y que contienen agua radiactiva, aumenta día tras día.

 

Desde 2011, Ken Buesseler, un radioquímico del Instituto Oceanográfico de Woods Hole (WHOI) en Estados Unidos, ha estado estudiando la propagación de la radiación de Fukushima en el océano Pacífico. En junio de ese año, movilizó a un equipo de científicos para realizar la primera expedición marítima internacional de investigación dedicada a estudiar las primeras rutas que el cesio-134 y el cesio-137, dos isótopos radiactivos de cesio producidos en reactores, estaban tomando al entrar en la poderosa corriente de Kuroshio frente a la costa de Japón. También estableció en Estados Unidos y Canadá una red de voluntarios, no necesariamente con formación académica oficial, que ejercen labores de apoyo para la investigación científica, una modalidad de colaboración que se conoce comúnmente como “ciencia ciudadana”. Esta red de voluntarios ha ayudado a vigilar la llegada y el movimiento en la costa del Pacífico de América del Norte de material radiactivo proveniente de Fukushima.

 

Ahora, le preocupa más el millar largo de tanques en los terrenos de la central nuclear que se llenan con agua radiactiva, concretamente agua subterránea y agua de refrigeración que se han contaminado por el contacto con los reactores y con sus edificios de contención. Los sofisticados procesos de limpieza han podido eliminar muchos isótopos radioactivos y los esfuerzos encaminados a desviar los flujos de agua subterránea alrededor de los reactores han reducido en gran medida la cantidad de agua radiactiva que se está recogiendo, hasta menos de 200 toneladas por día, pero algunas estimaciones prevén que el almacenamiento de agua radiactiva en tanques alcance límites de capacidad en un futuro próximo, lo que lleva a algunos responsables de la gestión de las operaciones a sugerir la opción de que el agua radiactiva tratada se tire al mar para liberar espacio en tanques que sirva para almacenar nueva agua radiactiva.

 

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Los tanques instalados en los terrenos alrededor de la central nuclear de Fukushima Daiichi contienen agua radiactiva con una mezcla de isótopos radioactivos de difícil gestión. (Foto: Ken Buesseler, © Woods Hole Oceanographic Institution)

 

Uno de los isótopos radiactivos que permanece en cantidades más altas en el agua radiactiva tratada, y que según esa propuesta sería liberado al mar, es el tritio, un isótopo de hidrógeno que resulta casi imposible de eliminar ya que se convierte en parte de la propia molécula de agua. Sin embargo, el tritio tiene un período de semidesintegración relativamente corto, no es absorbido fácilmente por la vida marina o los sedimentos del fondo marino, y produce partículas beta, que no son tan perjudiciales para los tejidos vivos como otras formas de radiación.

 

Otros isótopos que permanecen en el agua radiactiva tratada son el carbono-14, el cobalto-60 y el estroncio-90. Estos y los demás isótopos todavía presentes en esa agua radiactiva tienen períodos de semidesintegración mucho más largos y una afinidad mucho mayor con los sedimentos del fondo marino y los organismos marinos como los peces, lo que significa que podrían ser potencialmente peligrosos para los seres humanos y el medio ambiente durante mucho más tiempo y en formas más complejas, en comparación con la acción del tritio. (Fuente: NCYT de Amazings)

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