Paleontología
Un animal de hace 250 millones de años ya utilizaba un estado similar a la hibernación
La hibernación es una característica conocida de algunos animales de hoy en día. Muchos, especialmente los que viven cerca o dentro de las regiones polares, hibernan para pasar los duros meses de invierno, cuando el alimento es escaso, las temperaturas bajan y los días son oscuros.
De acuerdo con unas nuevas investigaciones, este tipo de adaptación tiene una larga historia. En un artículo publicado en la revista Communications Biology, unos científicos de la Universidad de Washington y su Museo de Historia Natural y Cultura de Burke informan sobre la evidencia de un estado similar a la hibernación en un animal que vivió en la Antártida durante el Triásico Temprano, hace unos 250 millones de años.
La criatura, miembro del género Lystrosaurus, era un pariente lejano de los mamíferos. La Antártida, durante la época del Lystrosaurus, se encontraba en gran parte dentro del Círculo Antártico, como hoy en día, y experimentaba largos períodos sin luz solar cada invierno.
Los fósiles son la evidencia más antigua de un estado similar a la hibernación en un animal vertebrado, e indica que el torpor o letargo - un término general para la hibernación y estados similares en los que los animales bajan temporalmente su tasa metabólica para pasar una temporada dura - surgió en los vertebrados incluso antes de que los mamíferos y los dinosaurios evolucionaran.
"Los animales que viven en o cerca de los polos siempre han tenido que enfrentarse a los ambientes más extremos presentes allí", dijo la autora principal Megan Whitney, una investigadora postdoctoral de la Universidad de Harvard que llevó a cabo este estudio como estudiante de doctorado en biología de la Universidad de Washington. "Estos hallazgos preliminares indican que entrar en un estado similar a la hibernación no es un tipo de adaptación relativamente nuevo. Es una adaptación antigua".
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Así sería el Lystrosaurus en estado de letargo. (Foto: Crystal Shin)
El Lystrosaurus vivió durante un período dinámico de la historia de nuestro planeta, surgiendo justo antes de la mayor extinción masiva de la Tierra al final del Período Pérmico - que acabó con cerca del 70% de las especies de vertebrados en tierra - y de alguna manera sobreviviendo a ella. Estos forrajeros robustos y cuadrúpedos vivieron otros 5 millones de años en el subsiguiente Período Triásico y se extendieron por franjas del entonces único continente de la Tierra, Pangea, que incluía lo que hoy es la Antártida.
"El hecho de que el Lystrosaurus haya sobrevivido a la extinción masiva del final del Pérmico y que tuviera un área de acción tan amplia en el Triásico temprano, lo ha convertido en un grupo de animales muy bien estudiado para entender la supervivencia y la adaptación", dijo el co-autor Christian Sidor, profesor de biología de la Universidad de Washington y curador de paleontología de vertebrados en el Museo Burke.
Los paleontólogos han encontrado fósiles de Lystrosaurus en la India, China, Rusia, partes de África y la Antártida. Estas criaturas rechonchas, la mayoría de ellas del tamaño de un cerdo, pero algunas de entre 2 y 3 metros de largo, no tenían dientes pero tenían un par de colmillos en la mandíbula superior, que probablemente utilizaban para buscar entre la vegetación y cavar en busca de raíces y tubérculos, según Whitney.
Esos colmillos hicieron posible el estudio de Whitney y Sidor. Como los elefantes, los colmillos de Lystrosaurus crecían continuamente durante toda su vida. Los cortes transversales de los colmillos fosilizados pueden pues albergar información sobre toda su historia en el ámbito del metabolismo, el crecimiento y el estrés o la tensión. Whitney y Sidor compararon secciones transversales de colmillos de seis Lystrosaurus antárticos con secciones transversales de cuatro Lystrosaurus de Sudáfrica.
En el Triásico, los yacimientos donde se recuperaron en la Antártida estaban a unos 72 grados de latitud sur, bien dentro del Círculo Antártico, que se halla a 66,3 grados sur. Los yacimientos en Sudáfrica estaban a más de 880 km al norte durante el Triásico, a 58-61 grados de latitud sur, muy lejos del Círculo Antártico.
Los colmillos de las dos regiones mostraron patrones de crecimiento similares, con capas de dentina depositadas en círculos concéntricos como los anillos de los árboles. Pero los fósiles antárticos albergaban una característica adicional que era rara o estaba ausente en los colmillos más al norte: anillos gruesos y muy espaciados, que probablemente indican períodos de menor deposición debido a un estrés prolongado, según los investigadores.
"El análogo más cercano que podemos encontrar a las 'marcas de estrés' que observamos en los colmillos del Lystrosaurus antártico son las marcas de estrés en los dientes asociadas a la hibernación en ciertos animales modernos", dijo Whitney.
Los investigadores no pueden concluir definitivamente que el Lystrosaurus sufrió una verdadera hibernación, que es una reducción específica, de semanas de duración, del metabolismo, la temperatura corporal y la actividad. El estrés podría haber sido causado por otra forma de torpor similar a la hibernación, como una reducción más a corto plazo del metabolismo, según Sidor.
El Lystrosaurus en la Antártida probablemente necesitó alguna forma de adaptación similar a la hibernación para hacer frente a la vida cerca del Polo Sur, dijo Whitney. Aunque la Tierra estaba mucho más caliente durante el Triásico que hoy en día - y algunas partes de la Antártida pueden haber estado cubiertas de bosques - las plantas y los animales por debajo del Círculo Antártico todavía experimentarían variaciones anuales extremas en la cantidad de luz del día, estando el sol ausente durante largos períodos en invierno.
Muchos otros antiguos vertebrados en latitudes altas también pueden haber usado el letargo, incluyendo la hibernación, para hacer frente a las tensiones del invierno, dijo Whitney. Pero muchos animales famosos extintos, incluyendo los dinosaurios que evolucionaron y se extendieron después de la muerte de Lystrosaurus, no tienen dientes que crecen continuamente. (Fuente: NCYT Amazings)



