¿Alfa-cetoglutarato para tener una vejez sana?

Estudios previos muestran que los niveles de alfa-cetoglutarato en el plasma sanguíneo pueden caer hasta 10 veces menos de su nivel original a medida que envejecemos. Se sabe que el ejercicio físico y comer frugalmente promueven la longevidad. Significativamente, ambos aumentan la producción de alfa-cetoglutarato. Esta sustancia no se encuentra en la dieta normal; el organismo la produce. Pero cuando esta producción resulta insuficiente, tomar suplementos del compuesto es la única manera factible de restaurar sus niveles.

El alfa-cetoglutarato interviene en muchos procesos fisiológicos fundamentales. Contribuye al metabolismo, proporcionando energía para procesos celulares. Ayuda a estimular la síntesis de colágeno y de proteínas e influye en los procesos relacionados con la edad, incluida la proliferación de células madre. El alfa-cetoglutarato inhibe la descomposición de las proteínas en los músculos, lo que lo convierte en un suplemento popular entre los atletas. También se ha utilizado para tratar la osteoporosis y enfermedades renales.

El equipo de Gordon Lithgow y Azar Asadi-Shahmirzadi, del Instituto Buck de Investigación del Envejecimiento, en Estados Unidos, ha completado una investigación con ratones cuyos resultados hacen pensar que el alfa-cetoglutarato podría ayudar a la gente mayor a tener una vejez sana.

En los experimentos de la investigación, se observó que los ratones de mediana edad en cuya dieta se había añadido el alfa-cetoglutarato tenían una mejor vejez. Eran más sanos que los ratones no tratados a medida que envejecían. Además, experimentaban un período mucho más corto de enfermedad y discapacidad antes de morir.

Algunos de los ratones disfrutaron además de un alargamiento moderado de su vida (el promedio de alargamiento fue de alrededor del 12 por ciento). Pero lo más notable es que el tiempo de vida sin problemas de salud graves aumentó en más de un 40 por ciento.

A la izquierda, una ratona a cuya dieta se le añadió alfa-cetoglutarato. A la derecha, un espécimen homólogo pero sin la adición de alfa-cetoglutarato a su dieta. Cuando se tomó la foto, ambos animales tenían 28 meses de edad y la ratona que se benefició del alfa-cetoglutarato llevaba 10 meses tomándolo. (Foto: Azar Asadi-Shahmirzadi)

En general, el efecto del alfa-cetoglutarato fue mayor en las hembras que en los machos.

No se observaron efectos secundarios significativos en la administración crónica del alfa-cetoglutarato.

Los ratones en cuya dieta se agregó alfa-cetoglutarato mostraron una disminución en los niveles de citoquinas inflamatorias sistémicas.

El tratamiento con alfa-cetoglutarato promovió la producción de interleucina 10, que tiene propiedades antiinflamatorias y ayuda a mantener la homeostasis normal de los tejidos. La inflamación crónica es un gran impulsor del envejecimiento. Asadi-Shahmirzadi explica que la supresión de la inflamación podría ser la base para el alargamiento de la vida y probablemente también para el alargamiento del tiempo de vida sin problemas de salud graves, y que ella y sus colegas planean profundizar en esta cuestión. (Fuente: NCYT de Amazings)