Dormir y la capacidad de mantener a raya los pensamientos negativos

La capacidad de mantener a raya los pensamientos negativos varía mucho entre personas, pero una investigación reciente ha revelado que dormir influye mucho más de lo creído en la capacidad de la persona para mantener alejados tales pensamientos perturbadores.

Tal como explica Marcus Harrington, de la Universidad de York en el Reino Unido, en la vida cotidiana un suceso sin importancia puede recordarnos una experiencia importante y negativa. Por ejemplo, un coche que va demasiado rápido en la autopista puede hacer que rememoremos sin desearlo el recuerdo de un accidente de coche que sufrimos hace muchos años. La mayoría de las personas consigue dejar de lado instantes después esos pensamientos desagradables que aparecen en la mente sin desearlo. Sin embargo, a las personas que sufren problemas psiquiátricos, como por ejemplo el trastorno de estrés postraumático, les cuesta mucho evadirse de esos pensamientos, hasta el punto de que suelen reaparecer una y otra vez, de manera repetitiva, incontrolable y angustiante.

El equipo de Harrington ha llevado a cabo una investigación en la que se puso a prueba la capacidad de los sujetos de estudio para suprimir pensamientos inquietantes no deseados cuando habían dormido lo suficiente y cuando se les había privado de ese sueño reparador.

Para el estudio, sesenta participantes sanos aprendieron a asociar rostros con fotografías de escenas emocionalmente negativas (como una imagen de una zona de guerra) o con fotos de situaciones neutrales (como una imagen de un paisaje urbano).

A la mañana siguiente, después de haber dormido durante la noche o de haber pasado la noche sin dormir, se mostraron los rostros a los participantes y se les pidió que intentaran suprimir los pensamientos relacionados con las escenas con las que tales rostros estaban emparejados.

Los sujetos que no habían dormido tuvieron mucha más dificultad que quienes habían dormido para mantener alejados de sus mentes los pensamientos no deseados de las escenas emocionalmente negativas y de las neutrales.

Recreación artística de una neurona del cerebro y de un pensamiento negativo evocado visualmente por la persona en su mente. (Ilustración: Amazings / NCYT)

El éxito que quienes habían dormido tuvieron en la supresión de los pensamientos no deseados hizo que se atenuase en ellos el impacto de las escenas negativas. Una prueba de esto último es que su reacción de sudoración ante las escenas negativas fue menor que la de quienes no habían dormido.

Los participantes privados de sueño sufrieron un aumento de pensamientos no deseados de casi el 50 por ciento en comparación con aquellos que tuvieron una buena noche de sueño.

Los resultados del estudio indican que la falta de sueño perjudica significativamente nuestra capacidad de evitar que pensamientos negativos no deseados entren en nuestra mente.

Lo descubierto en esta investigación podría ser de ayuda para tratar a las personas que sufren problemas psiquiátricos asociados con pensamientos negativos no deseados, como el trastorno de estrés postraumático, la depresión y la esquizofrenia. (Fuente: NCYT de Amazings)