Los teléfonos inteligentes de los automovilistas pueden ayudar a mantener las carreteras seguras

Los automovilistas equipados con teléfonos inteligentes podrían ayudar a los responsables de las autopistas a mantener la calidad de las calzadas enviando desde sus móviles datos "de origen colectivo" que permitirían a los ingenieros evaluar cuándo es necesario reparar las carreteras, según un nuevo estudio.

La rugosidad de las carreteras es una medida importante del estado y la calidad de la conducción, pero muchas agencias de todo el mundo con grandes redes de carreteras carecen de los recursos necesarios para comprobar regularmente el estado de sus autopistas y tomar decisiones de mantenimiento informadas.

El uso de acelerómetros de tres ejes de alta resolución y el seguimiento por GPS ya incorporados en los teléfonos inteligentes - junto con una aplicación de bajo costo - para registrar cómo un vehículo se mueve verticalmente en relación con la calzada podría proporcionar una medida útil de la rugosidad de la carretera para los ingenieros civiles.

Investigadores de la Universidad de Birmingham han estudiado la viabilidad de utilizar los teléfonos inteligentes de esta manera, publicando sus conclusiones en la revista Journal of Infrastructure Systems.

En la mayoría de las redes de carreteras, la rugosidad de las calzadas suele utilizarse como una medida de su estado funcional porque puede relacionarse fácilmente con los costos de su utilización, pudiendo automatizarse la medición.

Un coautor del trabajo, el Dr. Michael Burrow, profesor titular de la Universidad de Birmingham, comentó: "Los métodos automatizados más precisos para evaluar la rugosidad de las carreteras utilizan vehículos equipados con láser, pero incluso la evaluación de la rugosidad de una red de tamaño razonable puede ser costosa. Una solución atractiva sería utilizar los sensores de aceleración incorporados en la mayoría de los teléfonos inteligentes: dado que la posesión y el uso de teléfonos inteligentes están muy extendidos, podemos prever un método en el que el estado de las redes de carreteras se evalúe utilizando los datos obtenidos de estos dispositivos móviles".

Sistema habitual de inspección del IRI. (Foto: Wikipedia Commons)

El mantenimiento de las carreteras en un nivel adecuado fomenta el desarrollo económico y minimiza los costos de uso de las mismas, como el tiempo de viaje, la eficiencia del combustible, las reparaciones de los vehículos y los accidentes. También proporciona un beneficio social y reduce el impacto ambiental del transporte.

A fin de aprovechar al máximo los escasos recursos, los organismos viales de todo el mundo priorizan el mantenimiento en función de los beneficios socioeconómicos, lo que se consigue evaluando periódicamente el estado de la superficie y la estructura de las carreteras.

El Índice Internacional de Rugosidad (IRI) es la medida más utilizada para medir la rugosidad de las carreteras, pero incluso la evaluación de la rugosidad de una red de carreteras de tamaño razonable puede ser costosa si se utiliza la tecnología "tradicional".

Por ejemplo, el costo de recopilación de datos sobre la rugosidad de las carreteras en los Estados Unidos oscila entre 1,4 y 6,2 dólares por kilómetro, según el estado; en Illinois, que tiene 224.719 km de carreteras, el costo anual de recopilación de datos es de 1,4 millones de dólares.

La toma de decisiones con los datos sobre rugosidad recopilados mediante un sistema de teléfonos inteligentes podría permitir a las agencias de carreteras:

    -Producir un resumen regular y de bajo costo del estado de toda la red de carreteras;

    -Utilizar modelos a nivel de red para evaluar y comparar las políticas de mantenimiento, así como para evaluar el uso de las carreteras y los costos de los organismos viales; y

    -Examinar las carreteras para identificar y priorizar los tramos que requieren mantenimiento.

"La inspección rutinaria del estado de una red de carreteras podría realizarse mediante sistemas de recopilación de datos de bajo costo en teléfonos inteligentes de características similares, dentro de una flota de vehículos de tipos parecidos, que circulen a velocidades de tráfico normales", señaló el Dr. Burrow.

"Los datos de aceleración vertical de los teléfonos inteligentes podrían analizarse utilizando algoritmos de aprendizaje automático para poder predecir el IRI con una precisión similar a la que se esperaría de una inspección visual, pero con una repetibilidad y reproducibilidad mejoradas. Una aplicación particularmente útil podría ser la evaluación del estado de las redes de carreteras rurales de bajo volumen en los países en desarrollo, en los que la mayoría de las carreteras rurales están construidas con grava o tierra y donde la posesión de los teléfonos inteligentes es sorprendentemente alta". (Fuente: NCYT Amazings)