Neuropsicología
¿Por qué al envejecer se pierde motivación y capacidad de iniciativa?
A medida que las personas envejecen, a menudo pierden la motivación para aprender cosas nuevas o incluso para participar en actividades cotidianas. En un estudio con ratones, unos científicos han identificado un circuito cerebral que es fundamental para conservar este tipo de motivación.
Este circuito cerebral es particularmente importante para aprender a tomar decisiones que requieren evaluar el costo y la recompensa asociados a un acto específico. El equipo de Ann Graybiel, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, ha encontrado un modo de aumentar la motivación de ratones ancianos para afrontar este tipo de aprendizaje. La estrategia pasa por reactivar ese circuito cerebral. También ha hallado un modo de disminuir esa motivación y en ese caso ello se consigue inhabilitando dicho circuito.
El estriado es parte de los ganglios basales, un conjunto de centros cerebrales vinculados a la formación de hábitos, el control del movimiento voluntario, las emociones y las adicciones. Durante varias décadas, el laboratorio de Graybiel ha estudiado grupos de células llamados estriosomas, que están distribuidos por todo el estriado. Graybiel descubrió los estriosomas hace muchos años, pero durante mucho tiempo se ha desconocido su función. La dificultad para averiguarlo se ha debido en parte a que son tan pequeños y están a tanta profundidad dentro del cerebro que resulta difícil visualizarlos mediante resonancia magnética funcional (fMRI).
En los últimos años, Graybiel y sus colegas han descubierto que los estriosomas desempeñan un papel importante en un tipo de toma de decisiones conocido como “conflicto de aproximación-evitación”. Estas decisiones implican elegir entre tomar lo bueno con lo malo, o por el contrario evitar ambos, cuando se dan opciones que tienen elementos tanto positivos como negativos. Un ejemplo de este tipo de decisión es tener que elegir si aceptar un empleo con un salario más elevado pero que obliga a alejarse de la familia y los amigos. Tales decisiones a menudo provocan una gran ansiedad.
La capacidad de iniciativa y la motivación para aprender cosas nuevas disminuyen al envejecer. (Imagen: Christine Daniloff, MIT)
En un estudio relacionado con el nuevo, el laboratorio de Graybiel encontró que los estriosomas se conectan a las células de la sustancia negra, uno de los principales centros productores de dopamina del cerebro.
Todo esto llevó a los investigadores a formular la hipótesis de que los estriosomas podrían estar actuando como un guardián que absorbe información sensorial y emocional proveniente de la corteza y la integra para producir una decisión sobre cómo actuar. Estas acciones pueden entonces ser vigorizadas por las células productoras de dopamina.
Los investigadores descubrieron más tarde que el estrés crónico tiene una gran influencia en este circuito y en este tipo de decisiones emocionales. En un estudio realizado en 2017 con ratas y ratones, mostraron que los animales estresados tenían muchas más probabilidades de elegir opciones de alto riesgo y de alta retribución, pero que podían bloquear este efecto si manipulaban del modo adecuado el circuito.
En el nuevo estudio, los investigadores se propusieron averiguar qué sucede en los estriosomas a medida que los ratones aprenden a tomar este tipo de decisiones. Para ello, midieron y analizaron la actividad de los estriosomas mientras los ratones aprendían a elegir entre resultados positivos y negativos durante unos experimentos.
Durante esos experimentos, los ratones escuchaban dos sonidos diferentes, uno de ellos acompañado de una recompensa (agua azucarada), y otro que estaba emparejado con un estímulo ligeramente desagradable (luz muy brillante). Los ratones aprendieron gradualmente que si lamían más un caño cuando oían el primer sonido, obtendrían más agua azucarada, y si lamían menos durante el segundo, la luz no sería tan brillante.
Aprender a realizar este tipo de tarea requiere asignar un valor a cada costo y a cada recompensa. Los investigadores encontraron que mientras los ratones aprendían la tarea, los estriosomas mostraban mayor actividad que otras partes del estriado, y que esta actividad se correlacionaba con las respuestas de comportamiento de los ratones a ambos sonidos. Esto sugiere que los estriosomas son fundamentales para asignar un valor subjetivo a un resultado particular.
Los investigadores encontraron que las neuronas inhibidoras que transmiten las señales de la corteza prefrontal ayudan a los estriosomas a mejorar su relación señal/ruido, lo que ayuda a generar las fuertes señales que se observan cuando los ratones evalúan una opción de alto costo o de alta recompensa.
A continuación, los investigadores constataron que en los ratones de mayor edad (entre 13 y 21 meses, aproximadamente el equivalente a personas de 60 años o más), el compromiso de los ratones en el aprendizaje de este tipo de análisis de costo-beneficio disminuyó. Al mismo tiempo, su actividad estriosómica disminuyó en comparación con la de los ratones más jóvenes. Los investigadores encontraron una pérdida de motivación similar en un modelo de ratón de la enfermedad de Huntington, un trastorno neurodegenerativo que afecta al estriado y sus estriosomas.
Cuando los investigadores utilizaron medicamentos genéticamente dirigidos para aumentar la actividad de los estriosomas, descubrieron que los ratones se involucraban más en la realización de la tarea. Por el contrario, la supresión de la actividad estriosómica tuvo el efecto opuesto. (Fuente: NCYT de Amazings)