¿Cómo la Portabilidad Financiera está ayudando a la economía de los Chilenos?

Conoce los increíbles beneficios que trajo esta nueva ley para los Chilenos.

Desde el pasado 8 de septiembre en Chile, ya es posible cambiarse de institución financiera de manera expedita y rápida. Gracias a la Ley de Portabilidad Financiera, más de 117 mil chilenos han comenzado a portar sus productos financieros a las entidades que más les convienen.

Sin duda se trata de un proyecto con innumerables ventajas, que ya están siendo visibles sobre todo para los pequeños empresarios.

¿Qué se espera de esta ley?

El gobierno de Chile aprobó la Ley de Portabilidad Financiera con el fin de aumentar la competencia del mercado, para que así las instituciones de carácter financiero ofrecieran mejores productos a los interesados en portar.

Asimismo, se buscaba que las personas ahorren tiempo y dinero en los trámites, y es que previo a la ley el proceso era tardado, caro y muy burocrático.

¿Qué y a dónde se puede portar?

Todos los productos financieros califican para la portabilidad, ya sea que quieras contratar una cuenta corriente o un crédito automotriz.

En cuanto a las instituciones sujetas a la portabilidad, están los bancos, las cooperativas de ahorro, las compañías que otorgan créditos, las empresas de seguro y las cajas de compensación. En pocas palabras, todas aquellas entidades fiscalizadas por la CMF (Comisión para el Mercado Financiero).

¿Cómo es el proceso de portabilidad?

Primero, el cliente interesado solo debe solicitar un certificado de liquidación a su institución financiera actual. Después, con ese documento, el nuevo proveedor se encarga de todo el proceso de transición. Los usuarios ya no tienen que pasar horas formadas para llevar a cabo el cambio.

También es importante mencionar que ahora existe un formato estándar en el que se pueden consultar cosas como las tasas de interés y comisiones de todos los bancos. Esto permitirá a todas las personas investigar más rápidamente las características de los productos y servicios que ofrece cada institución y así tomar la mejor decisión.

¿Y el refinanciamiento de crédito?

Este tema es uno de los que más vale destacar de la Ley de Portabilidad Financiera, pues se espera un ahorro tanto de tiempo como de dinero al refinanciar créditos de consumo, hipotecarios o automotrices. Se estima que el costo disminuya un 60% (de $700,000 a $280,000), y que el tiempo del trámite se reduzca en un 40% (30 días menos).

Gracias a esta nueva iniciativa del gobierno de Chile, cambiarse de institución financiera no solo será un derecho para todos, sino que supone un proceso sencillo, rápido, sin burocracia y además, accesible en costos. Tanto familias como empresas chilenas ya empiezan a notar un alivio en sus bolsillos, lo cual se refleja en la economía de todo el país.