Predecir por el estilo de vida de la madre cuándo la salud cardiovascular de una persona empezará a mermar

En investigaciones anteriores se determinó que el padre y la madre transmiten en bastantes aspectos su nivel de salud a su descendencia a través de los genes así como por la influencia del entorno en el que viven y la del estilo de vida. Ahora, un nuevo estudio es el primero en examinar si la salud cardiovascular del padre y la de la madre están asociadas con la edad a la cual los hijos o hijas desarrollan enfermedades cardiovasculares. Además, en el estudio se examinó la influencia de cada uno de ambos progenitores por separado.

El estudio, realizado por el equipo de James Muchira, de la Universidad Vanderbilt en Nashville, Tennessee, Estados Unidos, es un análisis de datos reunidos en otra investigación, de tipo general y a gran escala. Los sujetos de estudio fueron tríos descendiente-madre-padre, con un total de 1.989 descendientes, 1.989 madres y 1.989 padres. Los descendientes comenzaron a ser investigados a una edad media de 32 años y se hizo un seguimiento de su salud durante 46 años (1971-2017), en especial del desarrollo de problemas cardiovasculares.

La salud cardiovascular de las madres y los padres se clasificó según el cumplimiento de siete factores: no fumar, dieta saludable, actividad física suficiente, e índice de masa corporal, presión arterial, colesterol en sangre y glucosa en sangre normales. Las tres categorías de salud cardiovascular fueron: pobre (0 a 2 factores cumplidos), intermedia (3 a 4), e ideal (5 a 7).

Los investigadores evaluaron la asociación entre el grado de salud cardiovascular de los progenitores y el tiempo que sus hijos e hijas vivieron sin enfermedades cardiovasculares. Se evaluaron los vínculos entre los miembros de cada par posible, es decir: madre-hija, madre-hijo, padre-hija y padre-hijo.

Una mujer embarazada realizando ejercicio físico por consejo médico. (Foto: James Gathany / CDC)

Los hijos e hijas de madres con una salud cardiovascular ideal vivieron sin enfermedades cardiovasculares nueve años más que que los hijos e hijas de madres con una salud cardiovascular deficiente (27 años frente a 18 años, respectivamente). La mala salud cardiovascular de la madre estaba relacionada con el doble de riesgo de aparición temprana de enfermedades cardiovasculares en comparación con la salud cardiovascular ideal de la madre. La salud cardíaca del padre no tuvo un efecto estadísticamente significativo en el tiempo que la descendencia vivió sin enfermedades cardiovasculares.

Muchira cree que la gran influencia de las madres se debe probablemente a una combinación entre el estado de salud de ella durante el embarazo y el efecto del entorno en los primeros años de vida del descendiente.

Los hijos se veían más afectados que las hijas por el estilo de vida poco saludable de la madre. Muchira cree que ello se debe a que los hijos tenían hábitos de vida más desfavorables que las hijas, lo que empeoraba aún más la situación. Muchira argumenta que esto demuestra que los individuos tienen una notable capacidad para forjarse el futuro de su propia salud. "Las personas que heredan un alto riesgo de su madre pueden reducir ese riesgo haciendo suficiente ejercicio y comiendo bien. Si no lo hacen, el riesgo se multiplicará". (Fuente: NCYT de Amazings)