Neurología
Los astrocitos dirigen “la orquesta cerebral” tras el telón de la mente
En la "orquesta" del cerebro, la emisión de señal (o “disparo”) de cada neurona es controlado por dos notas (la excitatoria y la inhibidora) que provienen de dos formas distintas de una estructura celular llamada sinapsis. Las sinapsis son esencialmente las conexiones entre las neuronas y transmiten información de una célula a la otra. Las “armonías” sinápticas se combinan para crear la más exquisita “música”, por lo menos la mayor parte del tiempo.
Cuando la “música” se vuelve discordante y una persona es diagnosticada con una enfermedad cerebral, los científicos típicamente miran las sinapsis entre las neuronas para determinar qué es lo que ha fallado. Pero los resultados de un nuevo estudio, realizado por un equipo internacional que incluye a Scott Soderling, Cagla Eroglu, Tetsuya Takano y Katie Baldwin, los cuatro de la Universidad Duke en Estados Unidos, sugieren que sería más útil mirar al auténtico “director de la orquesta”, que resulta ser el astrocito.
Los astrocitos son células con forma de estrella que forman una estructura similar al pegamento en el cerebro. Son una de las clases de células gliales. Anteriormente se descubrió que intervienen en el control de las sinapsis excitatorias. Ahora, Soderling y sus colegas han descubierto que los astrocitos también están involucrados en la regulación de las sinapsis inhibidoras al actuar en las neuronas a través de una molécula de adhesión llamada NrCAM. Los astrocitos llegan a la sinapsis inhibidora con tentáculos finos y delgados, y cuando se produce el contacto físico, la adhesión se forma por la NrCAM.
Las sinapsis excitatorias (el acelerador del cerebro) y las sinapsis inhibidoras (los frenos del cerebro) son de gran importancia en el cerebro. Demasiada excitación puede llevar a la epilepsia, demasiada inhibición puede llevar a la esquizofrenia, y otros desequilibrios pueden llevar al autismo.
Reproducciones de estructuras de astrocitos impresas en 3D. (Imagen: Katie King / Duke University)
Sin embargo, este estudio muestra que los astrocitos tienen un protagonismo mucho mayor de lo creído en la función cerebral en general, y por tanto podrían ser objetivos importantes para futuras terapias cerebrales. (Fuente: NCYT de Amazings)