Zoología
La genética oculta de las poblaciones de elefantes africanos
Un estudio a gran escala de la genética de diversas poblaciones de elefantes africanos en Tanzania revela la historia de dichas poblaciones, la forma en que interactúan entre ellas y las zonas geográficas que pueden ser fundamentales para preservar la diversidad genética que garantice la conservación de la especie.
El estudio, realizado por el equipo integrado, entre otros, por George Lohay y Douglas Cavener, ambos de la Universidad Estatal de Pensilvania en Estados Unidos, es el primero que explora el flujo de genes (un proceso vital para mantener la diversidad genética necesaria para la supervivencia de las especies) entre las zonas protegidas de África.
Tal como advierte Lohay, la caza furtiva y la fragmentación y reducción del hábitat han provocado importantes disminuciones de la población total de elefantes en toda África. La actividad humana tiende a acelerar la pérdida de hábitat de los elefantes, así como a dificultar su paso por las tierras entre las áreas protegidas. El mantenimiento de la conexión entre las zonas protegidas es importante, sobre todo en lo que respecta al flujo de genes, que puede mejorar la diversidad genética y ayudar a proteger a las pequeñas poblaciones contra enfermedades y otros problemas de salud.
Lohay y sus colegas compararon el ADN nuclear y mitocondrial de 688 elefantes en toda Tanzania, procedentes de 4 zonas principales con grandes poblaciones de elefantes. Estas incluyen el Serengueti y Tarangire-Manyara en el nordeste de Tanzania, Ruaha en el centro-sur de Tanzania y Selous en el sudeste de Tanzania. Cada una de ellas contiene varias zonas con distintos niveles de protección, entre ellas parques nacionales, reservas de caza y tierras privadas conservadas para el ganado y el turismo orientado a contemplar la vida salvaje. Muchos de los corredores por los que antaño discurría la vida salvaje (las zonas entre estas áreas protegidas) ya no son transitables por esos animales debido a la actividad humana. Están en definitiva totalmente bloqueados para la vida salvaje.
George Lohay y sus colegas han explorado las relaciones genéticas entre las poblaciones de elefantes en Tanzania. (Foto: George Lohay, Penn State)
Se sospechaba que el valle del Rift (una larga grieta o fractura geológica) en África Oriental, que discurre entre varias áreas protegidas, impediría el flujo de genes entre las poblaciones de elefantes. Pero, curiosamente, los autores del estudio encontraron que los elefantes del Parque Nacional del Lago Manyara eran en algunos aspectos más similares genéticamente a los elefantes del otro lado de la grieta o Rift en el Área de Conservación de Ngorongoro (en la región del Serengueti), en comparación con los elefantes del Parque Nacional de Tarangire, más cercano.
Aunque no hay barreras físicas entre los elefantes del Lago Manyara y los de Tarangire, el flujo genético es muy limitado entre las dos poblaciones. En otros estudios se ha observado a elefantes desplazándose entre las dos áreas, pero no parecen estar apareándose entre sí. No está claro por qué no ocurre esto último.
Las similitudes genéticas entre los dos grupos separados por el valle del Rift sugieren que hubo flujo de genes entre la población de Ngorongoro y la del lago Manyara en algún momento del pasado.
Los investigadores también encontraron que los elefantes de Tarangire son genéticamente similares a los que residen a más de 400 kilómetros al sur, en Ruaha. Esto sugiere un extenso flujo de genes entre las dos poblaciones antes de que se cerraran los corredores entre ellas. (Fuente: NCYT de Amazings)