Paleontología
Evolución idéntica de organismos aislados
Unos paleontólogos de la Universidad Friedrich-Alexander-Universität Erlangen-Nürnberg (FAU) y de la Universidad de Calgary han aportado nuevas pruebas de una evolución paralela: los conodontos, vertebrados tempranos del período Pérmico, se adaptaron a nuevos hábitats de manera casi idéntica a pesar de vivir en regiones geográficas diferentes. Los investigadores pudieron demostrar que así fue, utilizando dientes fósiles encontrados en diferentes lugares geográficos.
Uno de los argumentos más convincentes que prueban la teoría de la evolución es que es bastante fácil predecir cómo evolucionarán los animales y las plantas para adaptarse a los cambios en sus hábitats. No faltan pruebas de que los organismos con un antepasado común evolucionan de la misma manera aunque estén completamente aislados unos de otros. Uno de los ejemplos más prominentes es el cíclido Midas en Nicaragua. Hace aproximadamente 6.000 años, peces individuales colonizaron varios lagos en cráteres. Curiosamente, desarrollaron morfologías idénticas en sus nuevos hábitats. Un grupo se especializó en la captura de pequeños camarones y desarrolló un cuerpo robusto con una boca plana. Otro grupo caza peces en aguas más profundas y es considerablemente más aerodinámico. "Estas subespecies se encuentran en cada uno de los lagos de cráteres, aunque no hay ninguna conexión entre los hábitats", dice la Dra. Emilia Jarochowska de GeoZentrum Nordbayern en FAU. "Este es un ejemplo de evolución paralela".
La investigación de Emilia Jarochowska se centra en la evolución en diferentes ecosistemas, pero en lugar de estudiar los animales que siguen vivos hoy en día se concentra en los conodontos, organismos que vivieron en el mar hace aproximadamente 500 a 200 millones de años y fueron uno de los primeros vertebrados. Los dientes en forma de cono de estos organismos parecidos a las anguilas todavía pueden encontrarse como microfósiles en rocas sedimentarias de todo el mundo. Los científicos estiman que había aproximadamente 3.000 especies diferentes de conodontos. Han sospechado durante varios años que una cierta subespecie conocida como Sweetognathus desarrolló varias adaptaciones evolutivas paralelas, según Emilia Jarochowska.
Una imagen de microscopio electrónico de barrido de un elemento de la plataforma dental de un Sweetognathus, recogida en Wyoming, EE.UU. (Foto: David Terrill, Charles Henderson)
Los investigadores de Erlangen se pusieron en marcha con los paleontólogos de la Universidad de Calgary para probar esta teoría. Los investigadores canadienses habían recogido dientes fosilizados de Sweetognathus de varios lugares del mundo, incluyendo Bolivia y Rusia. Emilia Jarochowska explica: “Como ahora tenemos un conocimiento tan bueno de la tectónica a lo largo de la historia de la Tierra, podemos descartar la posibilidad de que los organismos de estas regiones estuvieran alguna vez en contacto entre sí”. Los fósiles, que miden apenas dos o tres milímetros de longitud, fueron escaneados en el GeoZentrum Nordbayern en un escáner con una resolución espacial de cuatro micrómetros, lo que proporciona imágenes de mayor definición que una tomografía de un hospital. Se hicieron modelos 3D precisos y descripciones matemáticas de más de 40 muestras.
El análisis minucioso de las morfologías de los elementos dentales confirmó lo que los científicos han sospechado durante años: el Sweetognathus se adaptó repetidamente de manera casi idéntica en respuesta a diferentes fuentes de alimento después de emigrar a nuevos hábitats a pesar de que estos hábitats estaban aislados unos de otros. La comparación de las muestras de un gran número de fósiles a lo largo de varios años ha permitido a los investigadores confirmar sin lugar a dudas que los dientes encontrados en Bolivia y Rusia provienen de organismos con un antepasado común. Pudieron probar que dos linajes de Sweetognathus en dos partes diferentes del mundo siguieron el mismo patrón de desarrollo. (Fuente: NCYT Amazings)