Zoología
Los apéndices más flexibles de la naturaleza
Los pulpos tienen los apéndices más flexibles conocidos en la naturaleza, según un nuevo estudio. Además de ser blandos y fuertes, cada uno de los ocho tentáculos del animal puede doblarse, torcerse, alargarse y acortarse en muchas combinaciones para producir diversos movimientos. Pero, ¿hasta qué punto pueden hacerlo, y es cada tentáculo igualmente capaz? Unos investigadores filmaron 10 pulpos durante muchos meses mientras les presentaban una amplia gama de desafíos, y grabaron 16.563 ejemplos de movimientos complejos de los tentáculos.
La investigación la ha realizado el equipo de Roger Hanlon, del Laboratorio Biológico Marino (MBL) en Estados Unidos.
Sorprendentemente, los ocho tentáculos podían realizar los cuatro tipos de deformación (doblarse, torcerse, alargarse y acortarse) a lo largo de toda su longitud. Además, cada tipo de movimiento podía desplegarse en múltiples orientaciones (por ejemplo, izquierda, derecha, arriba, abajo, 360 grados, etc.). Especialmente destacable era el giro en el sentido de las agujas del reloj y en el sentido contrario, que podía producirse en cada tentáculo durante la flexión, el acortamiento o la elongación. Los tentáculos de pulpo son excepcionalmente flexibles bajo cualquier estándar.
"Incluso nuestro equipo de investigación, que está muy familiarizado con los pulpos, se sorprendió por la extrema versatilidad de cada uno de los ocho tentáculos al analizar los videos cuadro por cuadro", explica Hanlon. "Estos análisis detallados pueden ayudar a guiar el siguiente paso para determinar el control neural y la coordinación de los tentáculos de pulpo, y abrir un camino hacia el posible diseño de la próxima generación de robots blandos”.
![[Img #62604]](https://noticiasdelaciencia.com/upload/images/12_2020/1939_los-apendices-mas-flexibles-de-la-naturaleza.jpg)
Un pulpo (de la especie O. bimaculoides) extiende un tentáculo para explorar su entorno. (Foto: Michael LaBarbera)
Los ingenieros han deseado durante mucho tiempo diseñar brazos (o tentáculos) robóticos blandos con gran agilidad, fuerza y capacidad de detección. Actualmente, la mayoría de los brazos robóticos requieren materiales duros y articulaciones, todo lo cual hace que los robots blandos tengan limitaciones notables. El pulpo constituye un buen modelo para los futuros diseños de robots blandos. El movimiento de los tentáculos de pulpo tiene un funcionamiento parecido al que permite moverse a la lengua humana y al que permite que lo haga la trompa de elefante; son hidrostatos musculares que utilizan músculo de un tipo especial en diferentes configuraciones para producir movimiento. (Fuente: NCYT de Amazings)



