Agricultura
La ayuda que el tomate actual puede recibir de su ancestro silvestre
La acción humana convirtió una planta silvestre con frutos pequeños en las tomateras y sus frutos grandes que conocemos hoy en día.
Hace miles de años, hubo gente en América del Sur que comenzó a domesticar a la Solanum pimpinellifolium, es decir a influir sobre ella al cultivarla como producto agrícola. Siembra tras siembra, esa planta silvestre con un pequeño fruto de sabor intenso fue evolucionando hasta convertirse en la Solanum lycopersicum, el tomate de cultivo agrícola moderno.
Aunque los tomates de hoy en día son más grandes y fáciles de cultivar en comparación con su antepasado silvestre, también son menos resistentes a las enfermedades y a las tensiones ambientales como por ejemplo la sequía y la presencia de sal en el suelo.
El equipo de Zhangjun Fei, del Instituto Boyce Thompson en la Universidad Cornell de Ithaca, Nueva York, Estados Unidos, ha obtenido un genoma de referencia de alta calidad de la Solanum pimpinellifolium y ha descubierto secciones del genoma que son responsables del sabor, el tamaño y la maduración del fruto, la tolerancia al estrés ambiental y la resistencia a enfermedades.
Este genoma de referencia ayudará a investigadores y a especialistas en mejora vegetal a conseguir variedades de tomate moderno con una mayor calidad de su fruto y con más tolerancia al estrés ambiental, tal como explica Fei. Una vía para lograrlo podría ser reintroducir en el tomate moderno genes de la Solanum pimpinellifolium que se perdieron con el paso del tiempo al domesticarla y dar lugar a la Solanum lycopersicum.
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Los frutos de Solanum pimpinellifolium, el antepasado silvestre de los tomates de cultivo agrícola modernos, son aproximadamente del tamaño de los arándanos. (Foto: Scott Peacock / C.M. Rick Tomato Genetics Resource Center)
Aunque otros grupos de científicos ya secuenciaron previamente a la Solanum pimpinellifolium, el nuevo genoma de referencia es más completo y preciso, tal como argumenta Fei, y ello se ha logrado gracias en parte a tecnologías de secuenciación de vanguardia que son capaces de leer trozos muy largos de ADN. (Fuente: NCYT de Amazings)




