El efecto de comer grosellas negras en el metabolismo de la glucosa

Se ha completado una investigación acerca de cómo el consumo de una pequeña ración de grosella negra, una baya también conocida como zarzaparrilla negra, influye en la regulación metabólica de la glucosa después de comer el fruto junto con otros alimentos.

En los últimos años, se han realizado muchas investigaciones para observar los efectos de las bayas en el metabolismo de la glucosa, siendo las bayas oscuras, como la grosella negra y el arándano, las que han dado los resultados más convincentes. Las bayas de color negro, ricas en antocianinas, parecen atenuar la respuesta de la glucosa en sangre al azúcar añadido. El mismo efecto se demuestra con las antocianinas extraídas de las grosellas negras. Los compuestos polifenólicos pueden retardar la absorción de la glucosa del intestino delgado al interactuar con las enzimas que digieren los carbohidratos y las proteínas de transporte de la glucosa. Además, los compuestos polifenólicos pueden reducir el estrés oxidativo y la inflamación.

Un equipo que incluye a Jenni Lappi, de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Savonia en Finlandia, y Kaisa Raninen, de la Universidad del Este de Finlandia, ha comprobado que las grosellas negras tienen un efecto beneficioso en la respuesta de la glucosa en sangre después de una comida, y la cantidad requerida del fruto es mucho menor de lo que se pensaba anteriormente. Las grosellas negras equilibran la respuesta de la glucosa del azúcar ingerido atenuando su subida y retrasando su bajada.

En el estudio, el efecto beneficioso sobre la respuesta de la glucosa después de comer se logró con 75 gramos de grosellas negras, un tamaño de porción notablemente más pequeño que en estudios anteriores. Las grosellas negras se suelen consumir con azúcar añadido debido a la acidez de su sabor natural, lo que puede ser motivo de temor para los consumidores preocupados por los efectos potencialmente nocivos de consumir mucho azúcar. Sin embargo, parece que el azúcar que se consume con las grosellas negras resulta bastante menos problemático que el azúcar que se consume sin las bayas.

Un postre delicioso a base de grosella negra fue ideado para la investigación. (Foto: Raija Torronen, University of Eastern Finland)

En el estudio, 26 participantes sanos (22 mujeres y 4 hombres) consumieron tres productos de prueba diferentes y agua azucarada en cuatro visitas distintas durante el estudio. Los productos de prueba fueron un puré de grosellas negras con azúcar añadido, un producto de grosellas negras que contiene quinoa fermentada y otro producto sin grosellas negras. Cada uno de ellos y el agua azucarada contenían 31 gramos de carbohidratos disponibles y tenían una composición similar de azúcar. Se tomaron muestras de sangre antes de las comidas en estado de ayuno y después de comer, a los 15, 30, 45, 60, 90, 120 y 180 minutos después de consumir la comida, y se realizaron análisis de la glucosa, la insulina y los ácidos grasos libres.

En comparación con el agua azucarada, ambos productos de grosella negra tenían una respuesta glucémica atenuada después de comer, que se observó en la reducción del máximo de glucosa e insulina, el retraso en la caída de la glucosa y el retraso en el aumento de los ácidos grasos libres debido a la hipoglucemia.

A largo plazo, lograr variaciones más pequeñas de los niveles de glucosa e insulina en la sangre y una mejora de la sensibilidad a la insulina puede reducir el riesgo de sufrir diabetes de tipo 2. (Fuente: NCYT de Amazings)