Botánica
La aceptación social y científica del cannabis
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El pasado 3 de diciembre, la Comisión de Estupefacientes (CND) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) eliminó el cannabis de la Lista IV de la Convención Única de Estupefacientes de 1961 en Nueva York, para pasarlo a la lista I. Una decisión histórica que responde a las seis recomendaciones relacionadas con el cannabis realizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en enero de 2019, como resultado de un proceso de revisión de varios años desarrollado por el Comité de Expertos en Farmacodependencia (ECDD), un organismo científico asesor independiente de la OMS. De esta forma, la ONU reconoce oficialmente las propiedades terapéuticas de la planta de cannabis sativa, agilizando las investigaciones médicas sobre esta sustancia, y abre la puerta a la regulación de su uso terapéutico en los próximos años.
España, como el resto de países de la Unión Europea (excepto Hungría), ha votado a favor de la retirada del cannabis y su resina de la lista de estupefacientes particularmente nocivos por sus propiedades adictivas y con escaso o nulo valor terapéutico. Han tenido que pasar casi 60 años para que el principal organismo encargado de la formulación de políticas de fiscalización de estupefacientes de la ONU modifique el tratamiento aplicado al cannabis y reconozca sus propiedades terapéuticas. Una decisión histórica que llega en un momento en el que la aceptación social del cannabis está en su punto más alto. Actualmente, más de 50 países han puesto en marcha distintos programas de cannabis medicinal, mientras que Canadá, Uruguay y 15 estados de Estados Unidos han legalizado su uso recreativo en los últimos años. Además, México y Luxemburgo también están estudiando esta posibilidad.
Unas 300.000 personas en España consumen cannabis con fines medicinales o terapéuticos, según los datos del Observatorio Español de Cannabis Medicinal (OECM). Una cifra que aumenta cada día, ya que su aceptación social es cada vez mayor en la sociedad moderna. Esto se refleja en la proliferación de los Grow Shops, tanto tiendas físicas como tiendas online, como puede ser El Cogollo. Estos establecimientos están especializados en el asesoramiento y la venta de productos para el cultivo doméstico del cannabis. El cannabis está recuperando poco a poco la consideración de valiosa hierba medicinal gracias a la constante investigación científica en torno al cáñamo, sus componentes y propiedades. Una popularidad que requiere un mayor impulso por parte del Gobierno, como solicitan diversos partidos políticos, investigadores, asociaciones de usuarios y pacientes, que esperan que la histórica regulación active la regulación de la actividad en nuestro país.
El Observatorio Europeo del Consumo y Cultivo de Cannabis (OECCC) ha realizado una gran labor en los últimos meses para defender a las personas que usan y cultivan cannabis en España, ya que los consumidores de cannabis terapéutico han sido uno de los grandes olvidados en la pandemia. El OECCC, que recuerda que los Grow Shop y los bancos de semillas de marihuana son legales, señala que la reclasificación del cannabis por parte de la ONU es una señal más de que el futuro pasa por la legalización del cannabis. Sin ir más lejos, el 84% de los españoles se mostró a favor de la regulación del cannabis con fines terapéuticos y el 47% de la legalización total, incluyendo el uso lúdico, en una encuesta que realizó el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en 2018.
Investigaciones científicas de la planta del cannabis
A pesar de que el Gobierno de España afirma que el nivel de evidencia científica disponible no es suficiente, existe base científica y médica sólida que sustenta la utilización terapéutica del cannabis en nuestro país. De hecho, la ciencia ha jugado un papel fundamental para desterrar creencias tradicionales equivocadas relacionadas con el cannabis en los últimos años. Los resultados de la investigación científica han sido uno de los factores que han provocado la creciente aceptación social del cáñamo. Actualmente, la base de datos del Pubmed, biblioteca virtual de la medicina, registra alrededor de 24.000 estudios e investigaciones relacionadas con el cannabis. Además, la Agencia Española de los Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) cuenta con un total de ocho autorizaciones para el cultivo de marihuana con fines de investigación, así como otros cinco permisos para la producción y/o fabricación de cannabis y sus productos con fines médicos y científicos.
El consumo de cannabis ha aumentado considerablemente en los últimos años, ya que existen evidencias científicas significativas acerca de su poder terapéutico en el tratamiento de los síntomas de diversas enfermedades: párkinson, esclerosis, dolor crónico, cáncer y epilepsia, entre muchas otras. Además, estudios científicos y testimonios de pacientes afirman que el cáñamo también aporta una mayor calidad de vida, debido a que es eficaz contra la ansiedad o los problemas de sueño. Unas propiedades medicinales que han cautivado a los ciudadanos y a la comunidad científica. Por este motivo, no es de extrañar el nivel de aceptación social y científica que existe hacia el cannabis hoy en día.

