Astrobiología
Vida terrestre prosperando en una piedra marciana
Se considera que el Marte primitivo fue un entorno potencialmente capaz de permitir el surgimiento de vida. En aquella época de la historia geológica de Marte, este pudo ser muy similar a la Tierra y albergar vida tal y como la conocemos. En contraposición a las condiciones actuales de Marte, en su historia temprana pudieron existir cuerpos de agua líquida, una temperatura más cálida y una mayor presión atmosférica. Las posibles primeras formas de vida en Marte tuvieron que ser capaces de utilizar los recursos disponibles en el Planeta Rojo, obteniendo energía de minerales inorgánicos y transformando el dióxido de carbono (CO2) en biomasa. Los seres capaces de hacer esto son catalogables como quimiolitótrofos ya que, dicho de modo simple, subsisten comiéndose las piedras en las que viven. En definitiva, estos microorganismos quimiolitótrofos son capaces de transformar la energía de las piedras en energía de la vida.
"Podemos suponer que formas de vida similares a los quimiolitótrofos terrestres existieron allí en los primeros tiempos del Planeta Rojo", aventura la astrobióloga Tetyana Milojevic, directora del Grupo de Bioquímica Espacial en la Universidad de Viena en Austria. Los hipotéticos vestigios de esta vida antigua (biofirmas) pueden haberse conservado dentro de terrenos que datan de aquella época. Para evaluar adecuadamente las biofirmas marcianas relevantes, es de crucial importancia tener una idea de cómo los quimiolitótrofos pueden comportarse en los principales entornos mineralógicos marcianos.
Empleando como parte principal del medio de cultivo una nuestra de piedra marciana, que data de la época en que Marte pudo sostener vida y que cayó a la Tierra como meteorito siendo encontrado en 2011, el equipo de Milojevic cultivó la arquea Metallosphaera sedula, una forma de vida que existe en la Tierra desde hace muchísimo tiempo y que vive en manantiales de aguas termales.
Las arqueas constituyen un grupo relativamente desconocido de microorganismos, pese a haber sido descubiertas hace décadas. Como las bacterias, las arqueas son unicelulares y de tamaño microscópico, pero desde una perspectiva evolutiva las arqueas difieren más de las bacterias que los humanos de los árboles.
Las arqueas de la especie Metallosphaera sedula sobrevivieron y proliferaron en la muestra de piedra marciana, biotransformando material de ella. El equipo de investigación examinó minuciosamente las singulares interacciones microbianas con el material que en su día formó parte de la corteza de Marte. Los análisis se hicieron a escala nanométrica y con resolución atómica. Las Metallosphaera sedula residentes en el material de la corteza marciana produjeron distintas huellas mineralógicas y metabólicas, que pueden proporcionar una oportunidad para rastrear los hipotéticos procesos de bioalteración de la corteza marciana si algún día se detectan en Marte huellas parecidas a las obtenidas con este experimento.
Esta imagen, captada mediante microscopía electrónica de barrido por transmisión (STEM), muestra el crecimiento de la arquea Metallosphaera sedula en material marciano. (Foto: © Tetyana Milojevic)
Las arqueas formaron en el material de la corteza marciana una robusta cápsula mineral compuesta por fosfatos de aluminio, hierro y manganeso. Además de la incrustación masiva de la superficie celular, Milojevic y sus colegas observaron la formación intracelular de depósitos cristalinos de naturaleza muy compleja. Se trata de características únicas y distinguibles del crecimiento de la arquea en el material de la corteza marciana. Los investigadores no observaron anteriormente características como estas cuando cultivaron la arquea en piedras de la Tierra ni cuando lo hicieron en un meteorito condrítico pétreo. (Fuente: NCYT de Amazings)