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Redacción
Miércoles, 21 de Abril de 2021
Medicina

Lo que revela de la COVID-19 el mapa de fallecimientos de un país

Una forma bastante directa y fiable de evaluar el impacto de una pandemia es comparar la cifra de fallecimientos durante ella con la cifra registrada poco antes si las condiciones previas eran normales. Así se ha hecho en una investigación reciente. Aunque se ha centrado en Estados Unidos, las tendencias observadas seguramente también se han dado en muchos otros países.

 

En Estados Unidos, la tasa de exceso de muertes (la cantidad de fallecimientos por encima del número que se esperaría con arreglo a los promedios de los cinco años anteriores) suele ser bastante constante, fluctuando entre el 1% y el 2% de un año a otro. En cambio, del 1 de marzo de 2020 al 2 de enero de 2021, el exceso de muertes aumentó en un asombroso 22,9% a nivel nacional, tal como ha comprobado el equipo del Dr. Steven Woolf, de la Universidad de la Mancomunidad de Virginia (VCU, Virginia Commonwealth University) en Estados Unidos.

 

Woolf y sus colegas han comprobado que la COVID-19 consta como causa de muerte para aproximadamente el 72% del exceso de muertes. En un primer momento, llama la atención el 28 por ciento restante. Pero la existencia de este otro aumento de defunciones responde a pautas que resultan bastante lógicas:

 

Por un lado, una parte de esos fallecimientos adicionales sí pudo deberse a la COVID-19, aunque en esos casos no se indicase la enfermedad como causa oficial de la muerte.

 

Por otro lado, una parte importante de esas defunciones adicionales corresponde con toda probabilidad a fallecimientos provocados indirectamente por la pandemia de COVID-19. Parece claro que la saturación de los servicios de atención sanitaria, incluyendo los de urgencias médicas, así como la propia reticencia de las personas a salir de casa para acudir a un hospital o ambulatorio, impidió que se tratasen a tiempo problemas médicos que desembocaron en la muerte.

 

Algunos ejemplos de defunciones colaterales podrían incluir las muertes resultantes de no buscar o no encontrar la atención adecuada en una emergencia como un ataque al corazón, experimentar complicaciones fatales de una enfermedad crónica como la diabetes sin poder recibir ayuda a tiempo, o incluso en algunos casos sufrir una crisis mental capaz de llevar al suicidio o a una sobredosis de drogas, sobre todo en personas ya aquejadas de trastornos psicológicos con tendencias autodestructivas.

 

"Todo eso pudo contribuir a un aumento de fallecimientos entre personas que no tenían COVID-19 pero cuyas vidas fueron esencialmente arrebatadas por la pandemia", subraya Woolf.

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Mapa de Estados Unidos mostrando la cantidad de fallecimientos adicionales por cada cien mil personas en cada uno de los estados de la nación desde el 1 de marzo de 2020 hasta el 2 de enero de 2021. (Imagen: Virginia Commonwealth University)

 

Otras de las cifras analizadas en el estudio ponen de relieve tendencias también llamativas:

 

El porcentaje de muertes adicionales por encima de lo normal entre las personas de color (16,9%) superó su proporción en la población estadounidense (12,5%), lo que denota una disparidad por etnia en la mortalidad generada por la COVID-19.

 

Esta tasa mayor de muertes también se dio para causas de defunción por algunas enfermedades que no son la COVID-19.

 

La tasa extra de fallecimientos varió entre las distintas regiones de Estados Unidos. Los estados del nordeste, como Nueva York y Nueva Jersey, estuvieron entre los primeros afectados por la pandemia. Sus curvas de la pandemia se parecieron a una letra "A" mayúscula, ya que alcanzaron su punto máximo en abril y volvieron a un nivel casi normal en ocho semanas, gracias a que se aplicaron rápidamente restricciones estrictas.

 

En cambio, la tasa extra de fallecimientos se mantuvo muy elevada durante más tiempo en otros estados en los cuales las autoridades tomaron la decisión de relajar las restricciones de modo temprano y sufrieron un auge extremo de muertes más tarde en el año.

 

El estudio se titula “Excess Deaths From COVID-19 and Other Causes in the US, March 1, 2020, to January 2, 2021”. Y se ha publicado en la revista académica Journal of the American Medical Association. (Fuente: NCYT de Amazings)

 

 

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