Salud
¿Qué causa la disfunción eréctil?
La disfunción eréctil es el principal problema de índole sexual que afecta a los hombres. No es el único, pues también están otros como la eyaculación precoz, la fuga venosa y la falta de deseo sexual. A menudo muchos de ellos aparecen de manera combinada. Por suerte, los tratamientos para estas afecciones suelen ser muy efectivos y en muchas ocasiones son únicamente situaciones temporales.
Además, existen muchos centros especializados para poner solución a estas afecciones, y es que cada vez el sexo se está convirtiendo en un tema menos tabú. Hablamos con el Dr. Carlos Simón, de la Clínica Andromedi de Madrid, sobre la disfunción eréctil y su solución por medio de diversos tratamientos, como por ejemplo, las ondas de choque, con la que se logra agilizar la vascularización para que los vasos sanguíneos transporten más torrente sanguíneo en áreas reproductivas.
¿Qué es la disfunción eréctil?
Esta dolencia, aunque más que dolencia es una afección, pues no causa dolor físico, consiste en la incapacidad persistente para mantener una erección suficiente que posibilite relaciones sexuales satisfactorias.
Según la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (ASESA), aproximadamente el 10% de los hombres sufre esta afección, también denominada impotencia. Además, en sujetos con edades comprendidas entre 50 y 70 años este porcentaje se incrementa hasta el 30% de la población.
"La disfunción eréctil tiene solución mediante diversos tratamientos, pero es clave visibilizarla a tiempo porque puede aparecer como un claro síntoma de enfermedad cardiovascular. De hecho, la impotencia es un factor de riesgo y predice en muchos casos enfermedades coronarias, especialmente cuando aparece en hombres menores de 60 años", comenta a este medio el Dr. Simón.
¿Qué factores causan la disfunción eréctil?
Esta afección de carácter sexual puede tener origen orgánico, pero también psicógeno. Es decir, la pregunta de qué causa la disfunción eréctil tiene varias posibles respuestas. Cuando es motivada por problemas orgánicos se debe a que no existe una circulación fluida de la sangre, de modo que el flujo sanguíneo peneano disminuye.
No obstante, el problema puede aparecer como consecuencia de factores psicológicos, hormonales, neurológicos, alteraciones cavernosas, la combinación de estos e incluso razones de tipo cultural.
De hecho, la disfunción eréctil de tipo psicógeno es cada vez más habitual y se cree que aumentará en el futuro, sobre todo entre la población más joven. Cuando esto ocurre es porque existe sensación de agobio a la hora de afrontar relaciones sexuales, ansiedad por no alcanzar un rendimiento pleno.
Otras cuestiones más profundas que están tras la impotencia son una mala educación sexual, experiencias íntimas poco placenteras y hasta traumáticas, problemas de pareja y como no, las situaciones estresantes del día a día o problemas depresivos.
Agentes de riesgos para el desarrollo de esta patología
En palabras del Dr. Simón, especialista andrólogo de Andromedi Madrid, "la disfunción eréctil es una patología multifuncional. Guarda relación con procesos neuronales, vasculares, hormonales y psicológicos, de ahí que no sea fácil encontrar el fenómeno que la causa o que estos sean muy variados."
No obstante, la hipertensión, la diabetes, el colesterol alto y el sobrepeso son cuestiones internas que sí favorecen su aparición. A nivel exógeno, existen otras causas físicas que inciden en estos procesos, como el consumo de alcohol y de tabaco, la ingesta de drogas o mantener una vida muy estresante donde no se impongan buenos hábitos de descanso y alimentación.
Muchos de estos procesos son más frecuentes en personas mayores, de modo que los problemas de erección aumentan con la edad. Por otra parte, la disfunción eréctil también puede ser la consecuencia de la cirugía del cáncer de próstata, lesiones en el pene, la próstata, la vejiga o la columna vertebral, tratamientos con determinados medicamentos y los factores psicológicos ya mencionados, como el estrés, la ansiedad y la depresión.
¿Cuándo comienza la impotencia a ser un verdadero problema?
La erección inestable o los problemas pasajeros de impotencia son frecuentes en muchos hombres y no suponen un gran riesgo. Pero si este proceso se mantiene durante un periodo prolongado, de al menos tres meses con dificultades para mantener relaciones sexuales, es cuando hay que consultar con un médico especialista.
Existen muchos tratamientos para hacer frente a la impotencia, desde terapias psicosexuales a fármacos pasando por dispositivos de vacío, prótesis de implantación quirúrgica y terapias de ondas, entre otros.
De forma paralela a estos procesos es aconsejable adquirir hábitos de vida saludables: reducir el sobrepeso, realizar ejercicio físico de manera moderada y evitar el alcohol y el tabaco. Y un último dato importante, tras la impotencia pueden ocultarse otras enfermedades cardiovasculares de relevancia, de ahí la necesidad de no ocultar el problema por el miedo al rechazo.



