Educación
¿Cómo introducir la cultura DevOps en las empresas?
¿Se puede hablar de cultura DevOps? Algunos teóricos sostienen que no, mientras que otros en cambio sí le atribuyen esta categoría. Lo que sí queda fuera de toda duda es que el escenario DevOps es muy complejo pero al mismo tiempo muy necesario para las empresas actuales que tienen la vista puesta en posicionarse como referentes competitivos dentro de su sector.
La cultura o metodología DevOps se basa en el carácter colaborativo, la agilidad comunicativa y la integración de departamentos muy relacionados entre sí pero que hasta hace unos años trabajaban de manera independiente: Operaciones y Desarrollo.
Un ingeniero DevOps es un experto conocedor, a nivel teórico y práctico, de materias que guardan relación con el desarrollo de software y la administración de sistemas. De hecho el término DevOps deriva de ahí, Dev (desarrollo de software) y Ops (operación de software).
¿Cuál es la tarea de los ingenieros DevOps en las organizaciones?
Los expertos en este nuevo escenario digitalizador se caracterizan por tres ideas básicas: capacidad de creación de software, integrar perfiles que desarrollen software con aquellos que administren sistemas y fabricar estos programas de manera más rápida y efectiva, a menor coste, resultando así más productivos para sus empresas.
La cultura DevOps, o filosofía, si así se prefiere, es un proceso que requiere muchos cambios a nivel organizativo, de comunicación y de asunción de objetivos, que obliga a estar en contacto directo con el universo IT de las tecnologías de la información.
A menudo estas nuevas profesiones que surgen de la necesidad de adaptar las organizaciones a los nuevos tiempos, las nuevas demandas de la sociedad, van apareciendo como una consecuencia natural del modo de enfrentar los problemas.
Por ello la formación teórica siempre suele ir con retraso. Por fortuna, centros como la Universidad Camilo José Cela ya cuentan con estudios específicos para esta nueva disciplina. El master devops capacita a los profesionales de la información para aplicar esta nueva cultura en su organización.
Se trata de un ambicioso plan de estudios en el que se incluye formación teórica y práctica sobre metodologías ágiles, administración de sistemas, gestión de redes, monitorización de entornos de operación, gestión de infraestructuras cloud, desarrollo basado en contenedores y automatización del proceso de desarrollo. Un apunte interesante es que el máster finaliza con un proyecto final de aplicación global para trasladar al contexto práctico real todo lo aprendido en el curso.
No es una profesión en sí, sino un conjunto de capacidades y atributos
A pesar de que es habitual hablar de profesionales DevOps, especialmente ingenieros, no es tanto una nueva disciplina como sí la integración de nuevas habilidades. Los expertos en esta área cuentan con un conocimiento teórico y práctico que les permite actuar como figura orquesta dentro de las organizaciones.
Un resumen muy somero de las tareas que puede ejecutar una figura de este tipo en una empresa son: dotar de recursos e infraestructuras a su organización para llevar a cabo el proyecto, controlar que se cumple con los plazos de entrega continua y que existe buena integración entre departamentos e implementar modelos óptimos de trabajo según los proyectos a ejecutar.
A su vez, entre sus responsabilidades también están la creación de protocolos de pruebas, el monitoreo de los procesos de desarrollo y operaciones y finalmente, proponer mejoras e identificar errores en las herramientas para alcanzar una alta satisfacción entre los clientes.
¿Quién puede convertirse en especialista DevOps?
A menudo se habla de ingenieros DevOps porque son los perfiles que más pueden asemejarse a lo que realmente se demanda con esta nueva idea. Sin embargo, un perfil de este tipo también puede ser cubierto por un informático, aunque finalmente este también será ingeniero.
El aspecto informático es clave porque al final DevOps deriva de software y operaciones, es decir, desarrollo de soluciones informáticas. La gestión de datos, la formación continua, la experiencia con herramientas específicas y buenas dotes de comunicación son atributos que deben desarrollar estos profesionales.
Al final la idea está clara, desarrollar de forma más rápida, barata y competitiva, reduciendo el margen de error en todo este proceso. No se trata de que los desarrolladores aumenten sus responsabilidades, sino que exista un perfil capaz de orientar todo el proceso productivo, y para ello es muy necesaria la formación que ofrecen desde la Universidad Camilo José Cela.


