Salud
La flora intestinal humana a lo largo de un millar de años
¿Ha cambiado en los últimos mil años el microbioma o flora intestinal del ser humano? Una investigación ha tenido por objetivo averiguarlo.
Un equipo internacional, que incluye a Meradeth Snow, de la Universidad de Montana, y a Aleksandar Kostic, del Centro Joslin para la Diabetes, ambas entidades en Estados Unidos, obtuvo la información biológica de hace mil años a partir de restos de heces humanas de esa antigüedad presentes en cavernas de Utah y el norte de México. La sequedad del ambiente en las cavernas así como otras condiciones ambientales han sido decisivas para la conservación del material biológico.
Comparando los microbiomas antiguos con diversos microbiomas modernos, los investigadores han constatado que los microbiomas antiguos difieren mucho de los modernos.
Los humanos de hace mil años tenían en su flora intestinal una mayor diversidad de microorganismos, en comparación con los humanos modernos.
En estudios anteriores sobre la flora intestinal de niños residentes en Finlandia y Rusia, Kostic y otros investigadores comprobaron que los niños que viven en zonas industrializadas (quienes tienen muchas más probabilidades de desarrollar diabetes de tipo 1 que los que viven en zonas no industrializadas) poseen microbiomas intestinales muy diferentes.
El equipo de Kostic logró identificar microbios y productos microbianos específicos que, al parecer, dificultan que el sistema inmunitario aprenda en los primeros años de vida a diferenciar correctamente entre "amigos” y “enemigos”. "Y esto conduce más tarde a una mayor incidencia no solo de la diabetes de tipo 1, sino de otras enfermedades autoinmunes y alérgicas.
Kostic quería encontrar un microbioma humano sano que además estuviera libre de los efectos de la industrialización, pero se convenció de que eso no podía ocurrir con ninguna población humana actual, ya que hay demasiada interconexión entre ellas, como demuestra el hecho de que incluso las tribus de áreas remotas de la selva amazónica hayan contraído la COVID-19.
Así que los investigadores recurrieron a las citadas muestras de hace mil años con ocasión del nuevo estudio. El ADN de ocho muestras del contenido de intestinos antiguos bien conservadas se comparó con 789 muestras modernas de contenido intestinal. La mitad de las muestras modernas procedían de personas con dietas en las que la mayoría de los alimentos proceden de tiendas de alimentación dominadas por los productos procesados. La otra mitad de las muestras modernas provenía de personas que consumen alimentos cultivados mayormente en sus propias comunidades.
Meradeth Snow sostiene un frasco que contiene ADN humano antiguo. (Foto: UM / Tommy Martino)
Las diferencias de microbioma entre las poblaciones fueron sorprendentes. Algunas bacterias que eran comunes en la flora intestinal de hace mil años, ahora son infrecuentes. Además, los microbiomas antiguos poseían menos genes relacionados con la resistencia a los antibióticos.
También se constató que los microbiomas antiguos se parecían más a los microbiomas de las poblaciones modernas no industrializadas que a los de las poblaciones modernas industrializadas.
"El mayor hallazgo del estudio es que el microbioma intestinal en el pasado era mucho más diverso que en la actualidad, y esta pérdida de diversidad es algo que estamos viendo en seres humanos de todo el mundo", destaca Snow. "Es realmente importante que aprendamos más sobre estos microorganismos y lo que hacen por nosotros en el marco de nuestra relación simbiótica con ellos; al final, eso podría hacernos a todos más sanos".
El estudio se titula "Reconstruction of ancient microbial genomes from the human gut". Y se ha publicado en la revista académica Nature. (Fuente: NCYT de Amazings)