Biotecnología
Cultivar células animales en un soporte vegetal
Unos científicos han tomado hierba del campus de su universidad y la han utilizado para crear un andamio al que pueden adherirse y crecer células animales. Esta sorprendente línea de experimentación genera tejidos que podrían ser utilizados como carne sintética comestible o bien como tejido muscular humano para reparar o sustituir el tejido que se ha dañado o perdido por una lesión o enfermedad.
El primer paso del nuevo proceso de bioingeniería ensayado por Paul de Bank, Marianne Ellis y Scott Allan, los tres de la Universidad de Bath en el Reino Unido, consiste en vaciar las briznas de hierba de sus células nativas en un proceso conocido como descelularización.
A continuación, en las briznas descelularizadas se procede a sembrar células derivadas de una línea celular de ratón. Estas células son reemplazables por células madre bovinas si el objetivo es producir carne comestible.
Las células introducidas se adhieren a la superficie del andamio, se multiplican y forman enlaces con las células vecinas, creciendo finalmente como una masa celular para formar un nuevo tejido 3D.
Todo andamio para crecimiento de nuevo tejido muscular debe cumplir varios requisitos.
En primer lugar, el andamio debe tener superficies en las cuales las células puedan adherirse fácilmente. Las superficies deben permitir además que estas células proliferen y se alineen de forma que imiten con precisión las fibras del tejido natural que están replicando (con las fibras musculares, por ejemplo, todas las células deben contraerse y relajarse en tándem).
En segundo lugar, para garantizar una producción a escala industrial, el andamio debe ser barato y fácil de fabricar.
En cuanto a la carne sintética comestible cultivada en laboratorio, hay un tercer requisito: el andamio no debe ser tóxico para los humanos ni resultar peligroso de otras maneras.
El singular andamio creado con el método probado en la Universidad de Bath cumple todos esos criterios.
Miotubos alineados (fibras de células cilíndricas que forman parte del tejido muscular) creciendo en la hierba. (Imagen: Allan Scott)
El siguiente gran reto será ampliar este proceso para generar cantidades suficientes tanto de células como de material de andamiaje con el fin de producir una cantidad significativa de tejido muscular. Si esto tiene éxito, algún día los consumidores podrán comprar carne criada a base de hierba con la conciencia tranquila, libre de las preocupaciones ambientales y de bienestar animal con las que muchos luchan hoy en día.
De Bank, Ellis y Allan exponen los detalles técnicos de su método en la revista académica Journal of Biomedical Materials Research - Part A, con el título “Decellularized grass as a sustainable scaffold for skeletal muscle tissue engineering”. (Fuente: NCYT de Amazings)